La Corte Suprema en un caso ocurrido en Lambayeque señaló que la denuncia constituía una injuria contra el empleador: Los trabajadores que denuncien a sus jefes podrían ser despedidos si con estas denuncias afectan el honor de los empleadores, según una sentencia de la Corte Suprema.
La Corte Suprema de Justicia avaló el despido de una trabajadora por haber interpuesto una denuncia penal calumniosa contra su empleador. La máxima instancia judicial declaró fundada la Casación Laboral N° 5770-2018 Lambayeque, emitida por la Segunda Sala de Derecho Constitucional y Social Transitoria.
La denuncia
Una trabajadora de un centro educativo en la región Lambayeque denunció penalmente a su empleador porque no habría cumplido una medida cautelar laboral. La acusación fue por el delito de desobediencia y resistencia a la autoridad.
La denuncia se archivó porque la fiscalía nunca la formalizó, y el empleador despidió a la trabajadora aduciendo que ella cometió la falta grave de injuria en agravio de los directores del centro, al haber existido una denuncia calumniosa.
La casación
Según la máxima instancia judicial el incumplimiento de la normativa laboral debe denunciarse ante la autoridad competente, y no por la vía penal.
"Debido a que este mecanismo puede significar una afectación al honor y la reputación de la empresa aun cuando el hecho principal que sustente la denuncia pueda ser cierto, por lo que esta podrá despedir al trabajador denunciante", explica la Corte Suprema.
La máxima instancia judicial indica además que para la configuración del despido por actos de injuria "no se requiere analizar si los hechos que sustentan la misma son verdaderos o falsos, sino la afectación al honor".
"Aun cuando el hecho que sustente la denuncia penal pueda ser cierto, esta se habría hecho con el ánimo de dañar el honor y reputación del centro educativo y de sus directores, y no para reclamar sus derechos laborales, por lo que cabría el despido del trabajador", sustenta.
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