Mi disconformidad con la denominada evaluación meritocrática a los maestros (León Trahtemberg)



Mi disconformidad con la denominada evaluación meritocrática a los maestros (León Trahtemberg)
Me adhiero al reclamo del Ministerio de Educación de que no debiera legislarse en contra de sus criterios y políticas, porque el Minedu es el órgano especializado y rector de sector.

Dicho esto, me parece que ya es hora de confrontar la forma como se evalúan los méritos de los docentes para su nombramiento que se denomina "meritocrática".

Hay dos problemas con ese término.

1) En el Minedu creen que es la forma adecuada de evaluar.

2) Consultados algunos periodistas, columnistas y políticos opinantes que hablan de la importancia de que los profesores pasen por esa evaluación para ingresar a la carrera magisterial, no tienen idea de en qué consiste esa evaluación

Es precisamente para que se entienda en qué consiste esa evaluación y por qué creo que debe ser replanteada, que escribo esta columna de opinión. Creo que el desempeño de los docentes nombrados y contratados durante la pandemia que se han desvivido por atender a sus alumnos es un buen ejemplo del mérito que no aparecerá nunca en una evaluación de desempeño con miras al aumento de remuneraciones o ascensos. Ésta se construye sobre la base de exámenes masivos poco relevantes y asuntos administrativos que están lejos de reflejar el esfuerzo docente y los logros de aprendizaje de sus alumnos.

No hay forma que un sistema centralizado de evaluación docente masiva e impersonal determine los méritos individuales de cada uno, en su respectivo contexto. Más sentido tiene la evaluación de quienes los conocen de cerca, su director, sus colegas, los padres de familia y los mismos alumnos. Y eso no aparece como consideración para definir los méritos.

¿Qué calificación académica o profesional tiene el Minedu para evaluar docentes, por encima de las universidades que les otorgaron un título de profesores a nombre de la nación? ¿No es la misma nación? Si las universidades que gradúan profesores no sirven, ¿no deberían ser cerradas sus facultades de Educación? Y si lo que se requiere es ver al docente en el aula para aquilatar su dimensión práctica, A) ¿Qué sentido tiene tomarle exámenes escritos de capacidad lectora, lógica, conocimientos de la especialidad, cuando es precisamente eso lo que hicieron para obtener el título pedagógico? B) ¿Cuántos años se necesita verlos en el aula para definir si son aptos o no para mantenerse en la profesión? ¿No debería estar normado eso?

¿No es hora ya de entender que esas evaluaciones de exámenes de 4 horas simultáneos para cientos de miles de maestros que deben marcar una respuesta entre varias que el evaluador considera la única correcta, con enunciados memorísticos, descontextualizados, sin espacio para la respuesta "depende" (que muchas veces es la correcta), que trabaja sobre ficciones, son poco predictoras de lo que es un buen docente?; ¿Y que las denominadas "clases modelo" desarrolladas en un contexto artificial de alumnos a los que el profesor no conoce y la observación de terceros que no lo han seguido en sus clases durante los años que ha sido contratado, son una muestra muy limitada del desempeño habitual y cotidiano y los vínculos empáticos desarrollados por el maestro y no evidencian el impacto que éste tiene sobre sus alumnos habituales? ¿Ya se olvidó el Minedu de lo que plantea para la evaluación de los alumnos (de proceso, con fines de retroalimentación) a la hora de evaluar a los profesores?

Hay un absurdo intrínseco en el sistema de contrataciones sin nombramiento. Según la fórmula vigente, se permite que docentes considerados "no aptos" para el nombramiento (200,000 contratados) enseñen en clase, pero para convertirse en "aptos" tienen que aprobar una evaluación ministerial para la que además hay cupos limitados. Mientras tanto, que sigan enseñando, pero considerándolos «no aptos». En otras palabras, si no aprueban se supone que "no son aptos", pero aun así, se les contrata como profesores y están en clase con alumnos haciendo lo mismo que los "aptos". Hay algo de estafa en esta idea de que se ponga a los estudiantes a cargo de maestros que el mismo estado dice que no son aptos. ¿Tiene sentido? Si no son aptos, ¿por qué están en el aula? Y si son aptos, ¿cuántos años tienen que esperar para ser nombrados? 3, 8, 15... Eso queda en el limbo.

Dicho sea de paso, pese a mi trayectoria docente, si yo fuera evaluado de la forma que se evalúa a los docentes no pasaría ni siquiera la primera etapa de pruebas de conocimientos, porque buena parte del saber pedagógico convencional anclado en el siglo XX y de contenido altamente rígido y memorístico en el que no cabe la respuesta "depende" que están en la base de las preguntas que hace para marcar una respuesta, no calzan con mi pensamiento pedagógico. ¿O es que la idea es que los educadores libres y democráticos piensen igual que el evaluador ministerial de turno?

Cuando me hacen preguntas que requieren conocer las normas busco las fuentes y consulto con colegas. Sin embargo, la prueba ministerial requiere que lo conozca de memoria y no consulte con nadie durante el examen.

Un profesor debe ser evaluado por su quehacer anual con los alumnos a su cargo. Eso lo conocen los alumnos, padres y directores de los colegios. Si un maestro contratado hace un buen trabajo un año, y la comunidad educativa quieren que se quede, hace un segundo año satisfactorio y otro tercer año igual, ¿no debería eso dar pie a que sea nombrado en ese colegio?

Algo anda mal en todo esto que tiene que ser revisado y yo sugiero que se haga urgentemente, de lo contrario seguiremos siendo muy inconsistentes entre lo que significa la meritocracia y el reconocimiento de los verdaderos méritos docentes.

Me llama la atención que ninguna facultad de educación haya hecho pública su voz demandando revisar esta forma de considerar la meritocracia docente, abdicando de valorar su propia tarea de graduar maestros competentes.

Estoy seguro que si los propios funcionarios de vanguardia del Ministerio de Educación pudieran opinar a conciencia y de manera libre le encontrarían mucho sentido a lo que estoy diciendo y estarían tentados eventualmente a replantear la evaluación docente. Espero que la nueva gestión ministerial sea la excepción a todos sus antecesores, y que no se limite a reclamar primacía sobre el Congreso en cuanto a la rectoría del sector, sino que tome medidas correctivas que reflejen un mejor entendimiento del concepto de meritocracia docente.



¿QUIERES UNIRTE AL CANAL DE WHATSAPP Y RECIBIR NOTICIAS ACTUALIZADAS?
https://whatsapp.com/channel/educacionenred


Recibe directamente las noticias ingresando tu correo:

Con tecnología de Blogger.