Es suave. Es vegano. Parece cuero. También se fabrica a partir de combustibles fósiles.
Un auge en el uso de materiales poco costosos y derivados del petróleo ha transformado a la industria de la moda, impulsado por un exitoso cambio de imagen de los materiales sintéticos como el cuero de plástico (que otrora era conocido con el término menos halagador "cuero sintético") a alternativas en onda como "cuero vegano", una proeza publicitaria que pretende sugerir un valor ambiental.
Detrás de este esfuerzo existe un influyente sistema de clasificación que evalúa el impacto ambiental de todo tipo de telas y materiales. Este sistema, llamado el Índice Higg, fue presentado en 2011 por algunos de los minoristas y marcas de moda más importantes del mundo, liderados por Walmart y Patagonia, con el fin de medir y, a fin de cuentas, ayudar a mitigar la huella ambiental de las marcas, por ejemplo, al reducir el agua que se usa para fabricar las prendas y zapatos que venden, o controlar el uso de químicos nocivos.
Sin embargo, el Índice Higg también favorece por mucho a los materiales sintéticos derivados de combustibles fósiles más que a los de origen natural, como el algodón, la lana y el cuero. Ahora, esas clasificaciones son blanco de críticas de expertos independientes y representantes de industrias de fibra natural que afirman que el Índice Higg se está usando para retratar el aumento del uso de sintéticos como algo deseable para el medioambiente, pese a las preguntas en torno a los estragos que estos causan en el planeta.
LEER INFORME:
www.ojo-publico.com/3554/industria-de-la-moda-promueve-prendas-de-plastico-como-ecoamigables
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