En su exposición, Pacheco Villar expuso que el siku y el sikuri son la expresión cultural inmaterial más antigua de esta parte del mundo, y la prueba está que existen vestigios hallados -con más de cinco mil 500 años de antigüedad- en la ciudadela de Caral.
El instrumento musical siku es conocido con ese nombre en las comunidades aimaras/quechua de Perú y Bolivia; en Ecuador lleva la denominación de rondador o rondadora; en Chile se le conoce como Lakitas o Sikura y en Colombia se le denomina capador, kamu o porrui.
De acuerdo al Marco Normativo para la Protección y Salvaguarda del Patrimonio Cultural Material e Inmaterial, el Parlamento Andino establece los criterios para determinar los referentes de la región andina,»y el sikuri lo cumple», afirmó el parlamentario andino.
Pacheco explicó que -a partir de las evidencias culturales y arqueológicas (influencia de la cerámica Paracas y Nasca en la cultura Pukara)- se podría sostener que desde la región de la costa centro dicha flauta se difunde por el sur este hacia la cuenca del Titicaca, llegando incluso hasta Chile y Argentina.Y por el norte, habría llegado a Ecuador y Colombia.
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