Concluye el año 2019 con un clima favorable de trabajo luego de algunas situaciones tensas en los primeros meses del año originadas principalmente por cuestiones como las relacionadas al tratamiento del género en el Currículo Nacional, los contenidos de los textos escolares relativos a la historia reciente del Perú, la reincorporación al servicio educativo de docentes interinos y de directores que en una evaluación excepcional no aprobaron la evaluación correspondiente. La mayoría de estas tensiones fueron debilitándose en los debates públicos al disolverse el Congreso de la República.
Avances destacados
Si hubiera que destacar la ejecución de una política educativa durante el 2019, a no dudarlo es el licenciamiento de las universidades públicas y privadas realizado por la SUNEDU. Al 26 de diciembre, 86 universidades habían aprobado el licenciamiento, 24 siguen en evaluación y a 34 se les había denegado. Entre éstas últimas figura una universidad estatal, la Universidad Nacional San Luis Gonzaga de Ica. Asimismo, casi al terminar el año, se denegaba la autorización de funcionamiento de la Universidad Alas Peruanas, que según la estadística de la SUNEDU era, al 2016, la universidad con mayor población estudiantil en el país: 116 034 alumnos. Ciertamente que resolver la situación de los miles de estudiantes de universidades que no lograron el licenciamiento es el mayor desafío de la SUNEDU al existir necesidad de considerar factores de existencia de ofertas de especialidad, de mallas curriculares y de costos similares y que respondan a las expectativas de los estudiantes que no siempre estarán residiendo en la ciudad o departamento donde podría reubicarse su nueva casa de estudios. Para el caso de las universidades estatales, se han dado dos normas: el Decreto de Urgencia Nº 034-2019 que fortalece el rol del Ministerio de Educación en universidades cuyo licenciamiento fue denegado, y el Decreto de Urgencia Nº 042-2019, que autoriza al Ministerio de Educación a financiar mecanismos de incorporación de estudiantes de universidades con licencia institucional denegada a universidades públicas licenciadas.
Martín Benavides, Superintendente de la SUNEDU, ha manifestado que el licenciamiento concluirá en febrero del 2020. Hay que reconocer que todo el proceso se ha realizado con gran transparencia y profesionalismo, lo que permitió revertir las iniciales muestras de rechazo a la SUNEDU y al licenciamiento en un apoyo mayoritario a la gestión de esta organización. Sus decisiones han ganado credibilidad y muchos directivos de universidades, que en un momento se oponían, valoran ahora lo positivo que ha sido establecer condiciones mínimas de funcionamiento para todas las universidades del país.
Las políticas docentes continúan ocupando un lugar preferente en las prioridades educativas. La mayor preocupación en los años recientes ha sido aumentar las remuneraciones del profesorado, en especial de la educación básica, llevando su RIM, a diciembre del 2019, a 2 200 soles para una jornada laboral de 30 horas pedagógicas y a 2 933 soles para la jornada de 40 horas cronológicas. Este esfuerzo, excepcional en la historia de la educación no ha concluido, pues se anuncia otro aumento de 200 soles para el 2020. Se logra que el magisterio estatal recobre mucho el poder adquisitivo de sus salarios perdido en las décadas de los 80 y 90 del siglo pasado; así como colocar sus salarios promedio en un nivel superior al existente en las escuelas privadas y comparativamente respecto del promedio en otras carreras profesionales.
La interrogante está en el plazo que el gobierno se ha impuesto para el desarrollo de una política de aumentos generales. Será difícil -e imposible- acostumbrar a los docentes a tener aumentos todos los años. Se requiere una elevación de la carga tributaria, optimizar la relación estudiantes por profesor y la relación estudiantes por centro educativo. Como se observa en la estadística siguiente, entre los años 2000 y 2019 la matrícula estatal primaria escolarizada disminuye en casi un millón de estudiantes, pero los docentes aumentan en más de 20 mil. En secundaria, si bien la matrícula escolarizada aumenta en casi 60 mil estudiantes, la velocidad con que aumentan los docentes hace que la carga docente disminuya de 19.9 a 13.1 estudiantes por profesor. La tendencia a una disminución del número de estudiantes por centro educativo está igualmente presente, en parte por una disminución del crecimiento de la población en edad escolar y porque se construyen escuelas de menor tamaño.
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