Participaron 90 mujeres en talleres piloto de buen uso y mantenimiento de cocinas mejoradas: Para convertirse en gestoras de los servicios energéticos en sus comunidades, un total de 90 mujeres provenientes de zonas rurales de Cusco y Puno, concluyeron el primer taller del piloto de la Escuela Energética para Mujeres, que promueve la Dirección General de Eficiencia Energética (DGEE) del Ministerio de Energía y Minas.
La iniciativa del MEM tiene el apoyo del Proyecto Acciones Nacionales Apropiadas de Mitigación (NAMA) en los sectores de generación de energía y su uso final en el Perú, la NAMA de Acceso Universal a la Energía Sostenible cuyo financiamiento proviene del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Las mujeres, pobladoras del distrito de Quiñota, provincia de Chumbivilcas (Cusco), desarrollaron el taller entre el 19 y 21 de febrero sobre el Buen uso y mantenimiento de cocinas mejoradas.
Mientras, las pobladoras de las comunidades de Limón Verde, distrito de Santa Lucia, provincia de Lampa (Puno), fueron capacitadas del 26 al 28 de febrero sobre el Buen uso y mantenimiento de sistemas fotovoltaicos (paneles solares), instalados en sus comunidades.
"La Escuela Energética para Mujeres está diseñada bajo un enfoque de género que incentiva su participación en los procesos de capacitación técnica, promoviendo su liderazgo como gestoras de los servicios energéticos en sus comunidades y contribuyendo a una mejor adopción y uso de tecnologías, que mejoren su productividad y el bienestar de sus familias", sostuvo Rosendo Ramírez, titular de la Dirección General de Eficiencia Energética del MEM.
Emujer, en cuyo apoyo también se suman Practical Action, World Wildlife Fund (WWF) y la Empresa Ergon, está centrada en la participación de las mujeres rurales puesto que ellas son importantes gestoras y usuarias de la energía en sus labores domésticas y productivas, y se ven afectadas directamente por la ausencia de fuentes energéticas de tecnologías limpias.
"La ausencia de fuentes energéticas limpias afecta en mayor proporción a las mujeres, debido a los roles tradicionales que se les asignan. En ese sentido, la carencia de estas tecnologías afecta a nivel de su salud, debido a la inhalación de humo de los mecheros utilizados para la iluminación de la vivienda, y a una mayor incidencia de problemas oculares", acotó el titular de la DGEE.
Igualmente, se limita la productividad de las mujeres y, con ello, la posibilidad de mejorar su calidad de vida y la de sus familias. La reducción de tiempo en tareas domésticas por la adquisición de nuevas tecnologías permite a las mujeres dedicarse a actividades productivas que les generen ingresos.
"A ello podemos sumar que la mayoría de proyectos enfocados en el desarrollo de capacidades técnicas en zonas rurales carece de un enfoque de género que promueva la participación de las mujeres en equidad e igualdad en relación a los hombre. He ahí la importancia de contar con una Escuela Energética para Mujeres Rurales en el Perú", remarcó Rosendo Ramírez.
Durante el piloto de la Escuela Energética para Mujeres, las participantes fueron instruidas sobre el funcionamiento, estructura y componentes, así como en el mantenimiento de las cocinas mejoradas y de los paneles solares.
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