A cocachos aprendimos (Fernando Vivas) www.elcomercio.pe



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El Ministerio de Educación es arrastrado a un nuevo campo de batalla: los textos escolares sobre sexualidad e historia. Esta vez, la protesta es de ambos extremos, liberales y conservadores. Los ministros de Educación no solo pegan brincos cuando el Sutep o el Conare amenazan con un paro (actualmente, hay uno con 3% de ausentismo en el ámbito nacional, según el Minedu). También brincan por cosas en apariencia tan inocentes como un texto de EBR (educación básica regular) para chicos, pero que deja de serlo cuando lo leen grandazos con convicciones.

La comprensión lectora conservadora suele resentirse por los asomos de temas sexuales. El más irritante episodio se gestó en el 2016, cuando irrumpió en escena el movimiento Con mis Hijos no te Metas y, dentro de este, el grupo Padres en Acción (PEA), denunció un texto que, mal leído, remecía los cimientos de la "sexualidad straight': "Si bien aquello que consideramos femenino o masculino se basa en una diferencia biológica sexual, estas son nociones que vamos construyendo día a día".

Hay muchas otras formas de explicar el concepto de género, por ejemplo, que es cultural y depende del contexto histórico social; pero esas líneas en la introducción del Currículo Nacional de Educación Básica tenían la sofisticación de ser expresadas en términos dialécticos. Un pedagogo liberal me dijo en tono de mofa autocrítica: "Sí pues, es como decirles a los padres que su hijo puede ser mañana gay, pero pasado mañana vuelve a ser heterosexual y el fin de semana descansa". El mismo pedagogo concluía que la preocupación por dejar escritas esas orientaciones, además de farragosa, era gratuita, pues los profesores imprimen a sus clases el sello ideológico que tienen.

Y el conflicto se judicializó. El PEA entabló una demanda de acción popular con el argumento de que los padres tienen el derecho de intervenir en la educación (artículo 13 de la Constitución, artículos 3 y 22 de la Ley General de Educación). Allí se habla del derecho de "participar en el proceso educativo", lo que no necesariamente significa decidir o vetar contenidos, pero una sala de primera instancia amparó parcialmente la demanda y decidió que ese párrafo que sonaba sensible quedara fuera de la política oficial, concretamente del capítulo de los "enfoques transversales", que son marcos valorativos que deben ser usados como referencias y ejemplos en todos los cursos (los siete enfoques son: derechos, inclusión y atención a la diversidad, intercultural, igualdad de género, ambiental, orientación al bien común y búsqueda de la excelencia). Ambas partes apelaron. La Corte Superior ya ha visto la causa, pero los vocales -atemorizados por el impacto que puede tener su fallo- están demorando su resolución.

Esta vez no han sido conservadores, sino liberales quienes han protestado ante textos de sexo y diversidad sexual en el libro "Comprensión lectora 5: cuaderno de trabajo para estudiantes de 5° grado de secundaria 2018". Ciertamente, un texto del difunto Fernando Maestre aconsejando prolongar la virginidad hasta los 24 años suena anacrónico a muchos; pero también hay textos en sentido opuesto, para que los alumnos contrasten opiniones a la vez que ejercitan su comprensión lectora. Lo que sí es discutible es que la guía de preguntas no ayudaba mucho a ese fin.

Escandalosa, sin justificación alguna en el ejercicio de la comprensión lectora, es la inclusión de un texto del ex congresista Rubén Condori que cita a Hitler para emprenderla contra los homosexuales. En su defensa, el Minedu asegura que ese texto es de una edición anterior, ya corregida. Los otros textos sí están vigentes y el ministerio -ya que se trata, según mis fuentes del Minedu, de contenidos elaborados durante la gestión del ministro Jaime Saavedra para los tres años siguientes- ha prometido corregir lo que falta imprimir para el 2019 y repartir fascículos, a modo de fe de erratas, para los alumnos que trabajan con los textos cuestionados. El lote fue difundido solo en colegios donde se decidió reforzar la comprensión lectora, de modo que no llegaron a todo el universo escolar público.

-El género en Palacio-
Cuando pregunté a mis fuentes cómo así se incluyeron textos tan chocantes, dijeron que no buscara explicaciones conspirativas y apuntaron a las presiones para cumplir los plazos de impresión de millones de hojas. Por eso, el Consejo Nacional de Educación (CNE) ha opinado que una política pública no puede depender de plazos ineludibles.

Una fuente de alto nivel del actual Minedu me dijo que son conscientes de que falta una política de elaboración de textos con control de calidad. Por eso, van a fortalecer la Dirección de Educación Básica Regular para que ejecute esa política. Los textos del escándalo, por ejemplo, fueron elaborados por consultores externos sin que haya un control y seguimiento puntilloso. Las guías para profesores sí son elaboradas dentro del Minedu.

La defensoría ha planteado que se forme una comisión de independientes que revise los textos, pero mi fuente dice que tal sugerencia es rechazada por el ministro Daniel Alfaro, pues prefiere defender sus fueros de las intromisiones de ilustres. Los talleres moderados por Zorobabel Cancino, quien aparece en una foto tuiteada por la congresista fujimorista Paloma Noceda, pudieron dar esa impresión concesiva que el ministro -me dicen- quiere corregir. También me aclaran que a esos talleres fueron invitados de distintos colores políticos.

Cuando pregunté por qué Alfaro estuvo renuente a pronunciar la palabra "género' en una entrevista en "Cuarto poder", me dijeron que el tema lo agarró de sorpresa, pues creyó que iba a hablar de huelgas. Sin embargo, luego de ello, sigue mi fuente, el ministro habló con el presidente Vizcarra y este lo citó junto a la ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), Ana María Mendieta.

En el diálogo en Palacio de Gobierno, Vizcarra respaldó a los ministros en la necesidad de afirmar las políticas públicas con equidad de género. De ahí salió el comunicado que lanzaron en conjunto el Minedu y el MIMP.

Un último giro ha ocurrido con la difusión de textos del curso "Formación ciudadana y cívica" con claro sesgo de izquierda en temas de historia del Perú reciente. Después de esto, es probable que el ministro Alfaro vea con otros ojos la idea de una comisión de ilustres y pida la ayuda del CNE para voltear los millones de páginas de este trance.





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