Cuando Kenji Fujimori sugirió que su bancada estaba blindando al Sodalicio, llegando a calificar de nauseabunda la decisión de no investigarlo en el Congreso, de inmediato salió Luis Galarreta, principal vocero del fujimorismo, a decir que su lideresa Keiko Fujimori les pedía mayor reflexión sobre el asunto.
odos interpretamos que se iba a reconsiderar la decisión, pero no fue así. Lo que decidieron fue pedirle la investigación a la Defensoría del Pueblo. Es el caso que esta institución no está facultada para convocar de grado o fuerza (como sí lo está el Congreso), y no tiene experiencia en investigaciones complejas de crímenes sistemáticos. Ergo, se trataría de un "engañamuchachos', con el que (aparentemente) tranquilizaron a Kenji.
Comentar esta noticia