Iglesia Católica «refugia» en Catedral de Moyobamba a sacerdote acusado de abusar de 4 alumnos



Iglesia Católica «refugia» en Catedral de Moyobamba a sacerdote acusado de abusar de 4 alumnos

El cura español Santiago Martínez, denunciado por cuatro niños que estaban bajo su protección en un seminario de formación sacerdotal, reside en la sede eclesiástica de Moyobamba por decisión del obispo de la región "hasta que el Vaticano decida qué es lo que debemos de hacer". La gravedad de las imputaciones que formularon cuatro alumnos menores de edad del seminario de formación sacerdotal de Moyobamba contra el religioso Santiago Martínez no fue lo suficiente como para que lo entregaran a las autoridades eclesiásticas.

Martínez, a quien los cuatro niños coincidieron en denunciar por abuso sexual, aprovechándose de su condición de profesor, de consejero espiritual y de residente del claustro religioso, vive en la sede de la catedral de Moyobamba (obispado) por mandato del obispo Rafael Escudero López-Brea.

La catedral de Moyobamba está ubicada a solo 15 cuadras aproximadamente del seminario donde el presunto perpetrador cometió el asalto sexual contra los niños.

"Cuando se tuvo conocimiento de los hechos, inmediatamente monseñor Rafael Escudero tomó una medida cautelar, que fue sacarlo del seminario. El sacerdote desde ese momento está aquí, vive aquí (en la catedral de Moyobamba). Desde el 12 de marzo, desde que se denunció el caso, está aquí", afirmó el secretario general de la Prelatura de Moyobamba, el sacerdote José Cerro-Jativa.

La decisión de las autoridades eclesiásticas se aplicó en función de las normas de la Iglesia, no precisamente conforme a las normas vigentes relacionadas con el abuso sexual infantil. El obispo de Moyobamba espera las órdenes de la Santa Sede.

Mano blanda
"Se tomó declaración a los menores, al actor (el sacerdote Santiago Martínez), y todo se envió a Roma. Nosotros todavía no hemos recibido ninguna respuesta al respecto. Lo que sabemos es que la documentación ha llegado y que está en estudio. Los hechos se conocieron en marzo, se hizo una pequeña investigación y se envió a fines de marzo a Roma. La Santa Sede nos tendrá que decir cómo proceder", señaló José Cerro-Jativa hace poco más de un mes.

"Se tomó declaración a los menores, al actor (el sacerdote Santiago Martínez), y todo se envió a Roma. Nosotros todavía no hemos recibido ninguna respuesta al respecto. Lo que sabemos es que la documentación ha llegado y que está en estudio. Los hechos se conocieron en marzo, se hizo una pequeña investigación y se envió a fines de marzo a Roma. La Santa Sede nos tendrá que decir cómo proceder", señaló José Cerro-Jativa hace poco más de un mes.

La República llamó a Cerro-Jativa hace pocos días y confirmó que aún no tienen ninguna respuesta de Roma, que todo sigue igual, sin ninguna novedad. Es decir, el supuesto perpetrador señalado por los cuatro niños todavía reside en la Catedral de Moyobamba, en una suerte de apacible retiro, lejos de los tribunales.

"El sacerdote (Santiago Martínez) llegó a Perú en el año 2013... Desde que arribó al Perú ha estado todo el tiempo en el seminario, encomendándose a su labor pastoral", aseguró José Cerro-Jativa.

En realidad, el sacerdote acusado, según su registro migratorio, se encuentra en Perú desde el 2007. Es desde el 2013 que empieza a laborar en el seminario como formador y a mediados del 2015 el obispo de Moyobamba lo nombró director espiritual del seminario Juan Pablo II, de la localidad selvática.

Santiago Martínez llegó al país con un supuesto don especial, el don de influir sobre el espíritu de los niños. Por lo que han declarado las víctimas ante las autoridades, incluidas las eclesiásticas, ese don era un ropaje, una máscara, un engaño. Era un abusador sexual.

Cercanía dañina
"Lo que un chico le dice a un director espiritual en confianza, el director espiritual es como si no lo hubiera oído nunca. El director espiritual trabaja en el ámbito interno, el de la conciencia. Monseñor tomó la decisión de que sea director espiritual porque le pareció la persona más conveniente", aseguró el secretario de la prelatura.

Monseñor Rafael Escudero se equivocó de decisión.

De los cuatro niños que denunciaron al sacerdote Santiago Martínez, a quien atribuyeron abuso sexual reiteradas veces desde 2014 hasta marzo de este año, sorprendentemente dos de ellos decidieron continuar en el seminario, al parecer influidos por las autoridades del claustro. Es decir, se mantienen en el claustro en el que fueron asaltados por Martínez, quien, además, reside a pocas calles del lugar.

Fue el último 17 de marzo que el rector del seminario, el sacerdote César Gallardo De Gracia, denunció ante la policía al cura español Santiago Martínez Valentín Gamazo por el presunto abuso sexual cometido en agravio de cuatro niños del seminario.

"(Los cuatro niños) me dieron sus acusaciones y yo lo primero que hice fue hablar con los papás. Luego denuncié el caso", afirmó el rector Gallardo.

La autoridad confirmó que de los cuatro menores abusados sexualmente, dos continúan en el seminario por sus convicciones religiosas, y los otros dos abandonaron su vocación por los abominables actos del padre Martínez.

"Hay dos chiquitos que salieron y hay dos que han querido seguir en el seminario. Algún papá no ha querido denunciar por el amor, dice, que le tiene a la Iglesia (se conformaron con la denuncia que hizo el rector). Hay otro chiquito que sus papás no se hacen mucho cargo de él", refirió Gallardo.

Larga lista
El primer menor en acusar ante el rector al sacerdote fue N.J.M., quien tenía entre 12 y 14 años cuando el padre Martínez lo asaltó sexualmente. La República comprobó que los padres del niño son catequistas, sienten un inmenso amor y agradecimiento a la Iglesia católica, por ello optaron por no denunciar los hechos, solo se conformaron con la denuncia efectuada por el rector. No obstante, por la gravedad de las acusaciones, decidieron retirar a su hijo del seminario.

Desde el 2014, 'Ángel', el segundo menor en acusar al padre Santiago Martínez, asistía al seminario entusiasmado por descubrir su vocación sacerdotal. Pero ya no le interesa seguir aquel camino, luego que el cura abusara de él cuando tenía entre 12 y 13 años.

La mamá de 'Ángel' es profesora de Educación Inicial, una mujer guerrera y católica. Apenas se enteró de lo sucedido retiró a su hijo del seminario, y al instante, como una fiera, denunció al padre Santiago Martínez ante la comisaría de Uchuglla, en Moyobamba.

Fuentes de la Policía indicaron a La República que la madre de 'Ángel' llegó mortificada a la comisaría y dispuesta a todo por proteger a su hijo.

La acusación del niño con las iniciales E. P. A. era la tercera que escuchaba el rector. El padre Martínez abusó sexualmente de él en el año 2015, varias veces, cuando el menor tenía 13 años.

Increíblemente, E.P.A sigue viviendo en el seminario, en el mismo lugar donde lo atacaron en reiteradas oportunidades. La madre de E.P.A, una humilde campesina, relató a La República que su hijo quiere seguir en el seminario porque desea convertirse en sacerdote, y que su hijo perdona al padre Santiago Martínez porque "solamente le hizo tocamientos".

"Mi hijo me dice: quiero seguir en el seminario porque no han pasado otras cosas más, si hubiera pasado otras cosas entonces yo me retiro. Me dice que perdona al padre Santiago, como no ha pasado otras cosas, que lo perdona, porque todos somos seres humanos...", dijo la madre de E.P.A.

La cuarta víctima en acusar al padre Santiago fue E.C.G; después de contarle al rector cómo el sacerdote abusó de él en este año, le pidió, según la denuncia fiscal, que no le contase a nadie lo que le hizo el cura.

La República comprobó que E.C.G sigue estudiando en el seminario. Buscamos reiteradas veces a sus padres, pero no se encontraban en sus domicilios. El mismo rector del seminario, César Gallardo De Gracia, confirmó que sus padres no denunciaron el hecho pues "sus papás no se hacen mucho cargo de él".

El padre Santiago Martínez deberá responder no ante Roma, sino ante las autoridades judiciales de Moyobamba.

Sospechoso cambio de dos menores que siguen en seminario
El 10 de abril último, los cuatro niños acusadores fueron llamados a declarar ante la Fiscalía Penal Provincial de Moyobamba. Dos de ellos se habían retirado del seminario hacía un mes, cuando acudieron a la fiscalía (N.J.M y "Ángel"). Los otros dos menores (E.P.A y E.C.G), que se quedaron viviendo en el seminario, fueron al Ministerio Público cuando se encontraban bajo la tutela de los compañeros sacerdotes del padre Santiago Martínez.

Fuentes de La República confirmaron que los niños E.P.A y E.C.G, quienes coincidentemente continúan en el seminario bajo la tutela de los amigos del sacerdote acusado de abuso sexual, son los que no han ratificado sus respectivas versiones.

El rector del seminario donde continúan dos de los niños abusados, César Gallardo, al final defendió al presunto perpetrador: "Conozco al padre Santiago desde hace muchos años y no tiene otras denuncias. (...) De hecho la gran mayoría de los chicos en el seminario no creen que sea verdad (las acusaciones contra Martínez). Si es que ha sucedido, como ellos dicen (los cuatro menores), es inmoral", dijo.

Mensaje vital
La madre del niño 'Ángel' envió un mensaje a los padres del Seminario Menor Juan Pablo II: "Los invoco a que no pasen por alto las situaciones que están sufriendo sus hijos".

"Si conocen de este tipo de casos (del padre Santiago Martínez), deben denunciar, quien sea el que haya cometido el abuso: sea un familiar, un vecino, un amigo, un sacerdote. No hay que quedarse callados, porque si nosotros dejamos pasar por lástima, por pena; va a seguir aumentando", declaró la madre de una de las víctimas del sacerdote.





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