No estoy viajando callado (Fondo Editorial PUCP, 2017) es un libro que recoge la historia de vida del maestro Bora, Hilario Diaz Peña, a partir de una larga entrevista hecha por los psicológos Susana Frisancho y Enrique Delgado, y los lingüístas Luis Andrade y Andres Napurí. El texto publicado en castellano -lengua en la que se hizo la entrevista- y traducido en bora por Walter Panduro, nos cuenta la trayectoria de un profesor que tiene la característica de ser multilingüe, ya que domina ocho lenguas, entre ellas el shipibo, el asháninka, el yaminahua o el castellano.
El maestro bora, Hilario Diaz Peña, indicó en programa El Arriero, que su pasión principal es la educación bilingüe intercultural, y explicó que en su experiencia siempre ha buscado reforzar la autoestima de sus alumnos para que "levanten la bandera de su pueblo y digan yo soy ashaninka, yo soy shipibo con orgullo" y para eso "hay que estar con el niño...hay que ver como siente", y aunque "lograr la sonrisa de un niño no es fácil" considera que cuando esto se consigue, el aprendizaje fluye de mejor manera. Asimismo contó que sus experiencias como alumno son fundamentales para su trabajo, ya que "al estudiante lo veo como cuando yo fui chiquito... yo nunca me olvido lo que he sido" .
Hilario Díaz Peña es peruano, indígena bora y maestro. Forma parte de un pueblo cuyo territorio se extiende por el río Ampiyacu, afluente del Amazonas, en la selva peruana, y por la cuenca del río Igara Paraná, afluente del Putumayo, en Colombia. Los boras están entre los pueblos amazónicos diezmados durante la explotación esclavizadora del caucho a inicios del siglo pasado. Como consecuencia de este etnocidio, hoy en día solo un poco más de dos mil personas se identifican como parte de este pueblo indígena en el Perú. Hilario Díaz Peña es parte de la historia contemporánea de este pueblo.
Así como los boras fueron desplazados y sufrieron graves atropellos, este maestro bora vivió su propio exilio. En No estoy viajando callado, él narra los hechos que marcaron su crecimiento y que hoy lo ubican como un destacado maestro indígena. Hilario Díaz Peña resalta por su agudo razonamiento moral, su sólida vocación docente, su confianza en sí mismo y su capacidad para aprender lenguas tan distintas como el shipibo-konibo, el asháninka, el yaminahua y el portugués. Estas herramientas le han permitido superar adversidades que constituyen obstáculos constantes para los miembros de poblaciones vulnerables como aquella a la que pertenece.
Este libro nos muestra cómo son los espacios interculturales en la Amazonía peruana, revela tanto las sutiles diferencias, como las profundas similitudes entre los distintos pueblos amazónicos, así como las dificultades que debe afrontar un docente en el aula multigrados de un espacio rural. Sus palabras nos acercan a la voz de una persona que desea crear no solo una escuela mejor para sus alumnos hoy en día sino también una sociedad más justa para las generaciones que están por venir.
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