Un equipo de científicos examinó patrones históricos de sismos en la famosa falla de San Andrés. Ahora los expertos indican que es una cuestión de tiempo antes de que suceda un sismo de gran impacto: El sur de California podría verse sacudido por un fuerte terremoto con epicentro al norte de Los Ángeles, según un nuevo estudio del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés) que examinó patrones históricos de sismos en la región. Según apunta 'Los Angeles Times', es simplemente una cuestión de tiempo antes de que un movimiento telúrico de gran impacto suceda en ese estado.
El estudio ―el más extenso de su clase― examinó una sección de la famosa falla de San Andrés, cerca de la montaña Frazier, en el noreste del condado de Kern. Los investigadores descubrieron que los terremotos ocurren allí en promedio cada 100 años. El último gran temblor se produjo hace 160 años, un evento geológico catastrófico que partió la falla de San Andrés a lo largo de casi 300 kilómetros.
Como indica Kate Scharer, autora principal del estudio, ha habido una larga sequía de terremotos de gran escala en la falla meridional de San Andrés, que lentamente ha estado acumulando tensión mientras que la placa del Pacífico se mueve hacia el norte contra la placa Norteamericana. La tierra a cada lado de la falla ha estado empujando contra la otra a una tasa de más de 1 pulgada al año desde 1857, según los investigadores. La acumulación de energía sísmica será de repente liberada en un terremoto de gran magnitud, concluyeron.
"Estos periodos sin actividad sísmica ya han ocurrido en el pasado, pero sabemos que siempre culminan en un gran terremoto. No hay manera de evitar esto", afirmó Scharer y agregó que "se estima que esa cantidad de acumulación de energía se liberará en el futuro en una ruptura de gran magnitud en algún lugar a lo largo de la falla de San Andrés".
Un terremoto similar al de 1857 podría dañar los acueductos que transportan agua hacia el sur de California desde el norte, interrumpir las líneas de transmisión eléctrica y afectar de manera dramática otras infraestructuras del estado.
Sin embrago, mientras esta parte de la falla de San Andrés podría estar atrasada para un gran terremoto, los expertos afirman que es posible que pasen décadas antes de que esto suceda.
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