Su implementación se realizará a partir del 1 de enero del 2017 en todos los colegios del país: Con este nuevo currículo, aprobado por el Ministerio de Educación, se espera una formación escolar más uniforme, tanto en colegios públicos como privados.
El nuevo plan curricular nacional de la educación básica, documentación que actualiza y moderniza los parámetros pedagógicos del país, fue aprobado ayer por el Ministerio de Educación (Minedu) a través de una resolución ministerial.
La norma dispone que la implementación del currículo se realice a partir del 1 de enero del 2017 en todas las instituciones públicas y privadas de educación básica, y que sea revaluado cada cinco años. Es decir, los colegios tendrán medio año para adecuarse a esta nueva reglamentación.
Según Flavio Figallo, viceministro de Gestión Pedagógica del Minedu, este currículo orienta a los profesores a tener objetivos comunes y claros en beneficio de los alumnos.
El cambio en el currículo no es solamente académico; desde el 2017 el aspecto psicológico de la educación será primordial. Respecto del 2009 -cuando se publicó el último currículo-, este revalorizará el arte, la cultura y el deporte. De hecho, se busca un perfil del egresado que tenga mayor conciencia de su cultura, así como de sus derechos y deberes.
Entre las principales reformas destacan los tres puntos siguientes:
1. Uniformiza la educación básica regular en todos los ámbitos de la pedagogía.
El nuevo currículo presentado será aplicado tanto en colegios públicos como privados, pero también en escuelas para personas con algún tipo de discapacidad y centros educativos para adultos.
2. Busca que la educación se pueda contextualizar a nivel regional.
El nuevo currículo reconoce que el país es diverso, por lo que requiere una educación que considere todas las diferencias (geográficas, culturales y sociales) y sea pertinente a ellas.
Así, señala que las regiones deben construir currículos regionales. Estos deben cumplir con el perfil del egresado, pero también deben contextualizar los aprendizajes e incorporar aquellos que se consideren pertinentes a las características de sus estudiantes, en relación a los contextos socioculturales, lingüísticos, económicos, productivos y geográficos propios a cada zona del país.
3. Cambia la evaluación de los estudiantes de números a letras.
El nuevo currículo plantea para la evaluación de los aprendizajes cambios en el enfoque formativo, dejando de lado las calificaciones numéricas basadas en lo correcto e incorrecto. Ahora se utilizará una calificación alfabética -como la utilizada en otros países- con fines de promoción del esfuerzo.
Las calificaciones tendrán conclusiones descriptivas del nivel de aprendizaje alcanzado por el estudiante. La escala de calificación común a todas las modalidades y niveles de la educación básica es la siguiente: AD (logro destacado), A (logro esperado), B (en proceso) o C (en inicio).
Esto no significa que no haya estudiantes desaprobados. Aquellos que obtengan la calificación C probablemente tendrán que volver a tomar el curso o repetir el año, dependiendo de la recomendación de cada profesor.
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