UN EMPRESARIO ADMIRADO Y CONTROVERTIDO. En el evento de desarrolladores de OpenAI el 6 de noviembre, Altman fue aplaudido por sus logros, incluido el acuerdo de $13 mil millones con Microsoft, que redefinió el panorama de la inteligencia artificial. Sin embargo, detrás de escena, surgían tensiones entre Altman y la junta directiva, compuesta principalmente por científicos preocupados por la expansión de la empresa.
DESACUERDO FILOSÓFICO Y RIESGOS DE LA IA. Altman abogaba por el crecimiento de OpenAI para satisfacer la creciente demanda de servicios como ChatGPT, pero la junta, vinculada al movimiento de altruismo efectivo, veía este crecimiento como potencialmente peligroso. La preocupación se centraba en los riesgos de la inteligencia artificial avanzada, con escenarios que van desde el uso malicioso hasta la toma de control de armas.
EL DERRUMBE DE LA COMUNICACIÓN Y EL DESPIDO REPENTINO. Finalmente, el desacuerdo filosófico llevó a un "derrumbe en la comunicación", según el COO de OpenAI, Brad Lightcap. La junta decidió despedir a Altman, acusándolo de falta de sinceridad en sus comunicaciones. El movimiento sorprendió a muchos, incluido Satya Nadella de Microsoft, crucial para OpenAI, quien expresó su disgusto.
REACCIONES Y FUTURO INCIERTO. La noticia del despido provocó reacciones en cadena. Altman, al parecer, planeaba iniciar una empresa competidora, y algunos inversionistas consideraban reducir el valor de sus inversiones en OpenAI a cero. La incertidumbre se cierne sobre la empresa mientras ejecutivos y empleados expresan su apoyo a Altman.
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