En la movilización participó la ministra de la Mujer, Claudia Dávila; la teniente alcaldesa de Lima, Jeydi Quiroz; el oficial encargado de la representación de UNICEF en Perú, Roberto Rivero; la adjunta de la Defensora del Pueblo para la Niñez y Adolescencia, Matilde Coveña, la representante de la Embajada de Países Bajos, Ximena Giraldo, además de instituciones privadas, miembros de la cooperación internacional, sociedad civil, adolescentes organizados, y los embajadores de UNICEF Marco Zunino, Dina Paucar y Francisca Aronsson. También estuvieron los amigos de UNICEF Lenin, Ebelin Ortíz y Los Hermanos Yaipén, quienes hicieron una versión de su tema "Necesito un amor" alusiva a la problemática que aborda la campaña. Todos se desplazaron desde la Plaza San Martín, por el Jirón de la Unión, hasta llegar al Pasaje Santa Rosa, al lado de la Plaza Mayor de Lima.
Al finalizar la caminata, Roberto Rivero, oficial encargado de la Representación de UNICEF en Perú, destacó que la actividad se realizó también en la víspera del Día Nacional contra la Violencia Sexual Infantil. "Agradezco y aplaudo a todas las instituciones y organizaciones que se acercaron hasta aquí, pero también a las personas de a pie que están preocupadas y quieren proteger a nuestras niños, niños y adolescentes. Sí podemos empezar a cambiar las cifras, sí podemos y tenemos que empezar por quitarnos la venda e identificar las señales de abuso", mencionó.
En los últimos cinco años se han reportado alrededor de 30 casos diarios de violencia sexual de niñas, niños y adolescentes en el Perú, según cifras del Ministerio de la Mujer (MIMP). Sin embargo, existe un subregistro de casos no denunciados, debido a que en el 70% de los casos los agresores son personas cercanas y del entorno de las víctimas, como sus padres, padrastros, tíos, abuelos o maestros. La prevención es clave para evitar maternidades tempranas, que origina más pobreza.
El impacto de la violencia se expresa a lo largo de la vida de cada uno de ellos y ellas, más aún porque la gran mayoría de víctimas no cuentan con tratamiento psicológico, psiquiátrico o médico cuando acuden a una instancia pública. En el 2017, el 82.7% de chicas y chicos víctimas no contó con ningún tipo de ayuda, al 2021 el porcentaje se elevó a 90.4%.
Según reportes del Ministerio de Salud, el año pasado el abuso sexual fue el cuarto problema más frecuentemente atendido en consultas externas de salud mental adolescente y, de acuerdo con Reniec, entre los años 2017 y 2021 nacieron más de 11,000 niños, hijos de madres menores de 14 años y padres adultos, es decir hijos de la violencia sexual.
Es momento que el Perú se una como sociedad para combatir la problemática de la violencia sexual a niñas, niños y adolescentes, la cual afecta su desarrollo y, por tanto, el de todo el país, y se impulsen políticas públicas para contribuir a que la familia y en la escuela la prevención reciba especial atención. Todos #QuitémonosLaVenda.
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