Cansadas pero llenas de ilusiones doradas, con las mochilas llenas de curichis o bebidas de frutos amazónicos para rehidratarse después de los partidos, las escolares del equipo femenino de fútbol de la comunidad nativa shipibo conibo de Yarinacocha, en Ucayali, llegaron a Lima para participar en el torneo de pueblos originarios de los Juegos Escolares Deportivos y Paradeportivos 2022 que organiza el Ministerio de Educación.
Al son de ícaros o cantos mágicos para atraer la buena suerte, ellas fueron despedidas por toda la comunidad nativa de San Francisco en el centro del poblado. Primero viajaron 45 minutos por una trocha carrozable hasta el parque principal de Yarinacocha y luego continuaron otros 20 minutos hasta que llegaron al aeropuerto Capitán FAP David Avenzur Rengifo de Pucallpa.
Era la primera vez que iban a volar en un avión y estaban nerviosas y un tanto asustadas cuando comenzaron a subir a la nave. El miedo les duró poco tiempo, pues luego de 58 minutos el avión aterrizó suavemente en Lima.
Ya más tranquila en suelo capitalino, Mayte Roque Rodríguez (15) cuenta que desde pequeña ayuda a su padre, Mariano Roque (72), quien mantiene intacto el legado de los saberes milenarios de la etnia shipibo conibo y emplea las plantas medicinales para tratamientos terapéuticos y curar a pacientes de su comunidad.
Mayte dice que su padre estaba muy emocionado cuando la despidió ataviado con la cushma o túnica y el maiti o gorro tradicionales de la indumentaria shipiba. Ella es la última de 11 hermanos, juega como defensa central y sueña en convertirse en una artista plástica que promueve las tradiciones culturales de los pueblos indígenas y el cuidado del medio ambiente.
A su lado está Jackelin Yui Vásquez (16), quien también se inclina por el arte y la pintura inspirada en la diversidad biológica de la Amazonía y ayuda a su madre en la producción de artesanías para la exportación. Sus hábiles manos elaboran cojines, juegos de mesa, colgantes, bolsos y prendas de vestir en los que predominan los bordados, los tintes naturales y el kene, una técnica de diseño ancestral del universo shipibo conibo.
La delegación la encabeza el director de la institución educativa San Francisco - B, Emilio Agustín Fernández, quien, un día antes de la partida, entregó en una ceremonia especial la indumentaria deportiva que utilizarán las 16 futbolistas que participarán en el octogonal que se jugará entre el 24 y el 28 de octubre en la cancha del colegio Bartolomé Herrera de San Miguel.
Fernández considera que la práctica del deporte ha ayudado a la recuperación socioemocional de los escolares que estuvieron aislados como consecuencia de la emergencia sanitaria por el COVID-19, que afectó a varias comunidades nativas de Ucayali.
El equipo shipibo conibo está compuesto por Hilma Benites Gonzáles, Nory Pérez Rodríguez, Luna Franchine Arce, Esly Ramírez Rengifo, Leysi Rodríguez Benites, Josselyn Agustín Luz, Bianca Bardales Sánchez, Martha Flores Gonzáles, Maly Mori Mahua, Wendy Muñoz Rodríguez, Ruth Reátegui Barbaran, Mayte Roque Rodríguez, Gina Yui Roque, Jackelin Yui Vásquez, Aney Brito Inuma y Keiko Yui Barbaran.
Ya en sus habitaciones del hotel capitalino donde están alojadas, mientras beben los jugos a base de aguaje, unguragui y cocona que trajeron desde su comunidad, ellas esperan tranquilas que llegue el lunes para comenzar a medir fuerzas con las oncenas de las etnias wampis (Loreto), aimara (Puno), quechua collao (Cusco), shawi (Loreto), awajún (Amazonas), quechua chanca (Ayacucho) y quechua central (Pasco).
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