FLAMENGO VOLTEA EL PARTIDO Y ES NUEVO CAMPEÓN: Después de 38 años de su único título continental, Flamengo volvió a proclamarse campeón de la Copa Libertadores de América al vencer 2-1 a River Plate este sábado en Lima, en la primera final única en 60 años de historia del máximo torneo de clubes de la región.
Gabriel Barbosa 'Gabigol', con dos fantasmagóricos goles a los 89 y 90+2 minutos, fue el héroe de un 'Fla' que estuvo en aprietos en todo el partido y logró salvar los papeles gracias a su temible goleador, el máximo artillero de la Copa con 9 anotaciones.
Por el 'millonario', que defendía el título conseguido en Madrid en 2018 al vencer a su archienemigo Boca Juniors, anotó el colombiano Rafael Santos Borré (14).
Con la victoria, el Flamengo se hizo acreedor a un premio de 12 millones de dólares y firmó su presencia en los Mundiales de Clubes de la FIFA Catar-2019, previsto en diciembre, y China-2021, en el que competirán 24 equipos por primera vez.
Asimismo, defenderá el título de la Libertadores en la Copa del próximo año desde la fase de grupos y disputará la Recopa Sudamericana contra el Independiente del Valle de Ecuador, flamante campeón de la Copa Sudamericana 2019.
Castiga Borré
Bastaron unos primeros minutos de estudio, en los que la pelota iba y venía sin gobierno en un abarrotado estadio Monumental, para que River Plate pusiera orden en el juego con un control efectivo de la pelota, que Flamengo sintió y lo padeció.
Utilizando todo el ancho de la cancha, el 'millonario' recostó el ataque en principio por la izquierda con un veloz Nicolás De La Cruz, la zona donde Rafinha hacía agua y el uruguayo Giorgian De Arrascaeta poco peso tenía tanto en creación como en defensa.
Y en medio de esa asfixiante presión alta de River, el campeón defensor fue arrinconando al Flamengo gracias al efectivo trabajo de Borré y Matías Suárez peleando cada pelota, y porque los volantes de River, amparados en un generoso despliegue físico, desarticularon la máquina del 'Mengao'.
Así llegó al gol a los 14 minutos con Borré, su tercer tanto en la Copa.
Palacios inició la jugada en el medio, abrió a la derecha para la carrera de 'Nacho' Fernández y éste presionado por Filipe Luis en el área grande tocó en diagonal atrás. Matías Suárez hizo la jugada de distracción dejando pasar la pelota, y Borré, sobre el punto penal, la cazó de derecha para vencer a Diego Alves.
Flamengo sintió el golpe en el mentón y no logró recuperarse en todo el primer tiempo, pero River tampoco pudo traducir en más goles su dominio pese a tener la posesión y disponer de un par de situaciones.
Apareció Gabigol
El técnico del Flamengo, Jorge Jesús, había advertido que no le asustaba el juego de River Plate y que cuando desembarcó en Brasil en junio para asumir las riendas del club más popular del jogo bonito su intención era llegar a la final de la Libertadores.
Y lo logró con lujo de detalles en una Copa que no le fue fácil al Flamengo en la fase de grupos, pero que con el luso en el banquillo desde mitad de año, el juego de los cariocas creció y comenzó a hacer ruido en el continente.
Flamengo saltó para la segunda mitad con la intención de dejar la piel en la cancha e intentar avasallar a un River que no logró sostener la intensidad con la que jugó en la primera parte.
Y en esa dinámica el 'Fla' estuvo cerca del empate con un remate del capitán Everton Ribeiro a los 56 que atajó Armani espectacularmente sobre el palo derecho.
El grito del 'Muñeco' Gallardo se hizo sentir tras el riesgo en su arco, y pese a introducir variantes en la formación, River perdió el eje y cedió el control del juego a un Flamengo que poco a poco comenzaba a parecerse al que domina en el Brasileirao, y donde podría ser campeón el domingo sin jugar.
Y así fue como apareció el temible Gabigol, ausente durante todo el partido para amargarle a River la posibilidad de un quinto título con dos goles sobre el final del partido.
El fútbol le tenía destinado un lugar en la gloria al joven delantero brasileño, y éste, como los buenos goleadores, supo castigar en el momento adecuado.
Flamengo vuelve a ser monarca de la Libertadores después de 38 años, gracias a su gran héroe y a la sabiduría de un Jorge Jesús que no dudó en salir de Europa para conquistar a América.
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