Hace más o menos una semana, en los pasillos de la UGEL Andahuaylas, me encontré por casualidad con seis docentes de educación inicial, que después muchos intentos habían aprobado la evaluación nacional de nombramiento. Estaban seguras que lograrían la ansiada plaza de nombramiento, porque en esta UGEL hay una lista de ciento treinta plazas para elegir, suficiente para los treinta y cinco aprobados. Pero, ¡oh sorpresa! en esos días, por azares del destino, alguien o algo hizo que se cambiara el estatus de algunas plazas no EIB, para pasar a ser "plaza EIB": Entonces ya no podían nombrarse, ellas no tenían tal acreditación en dominio de la lengua originaria.
Entre lágrimas, las maestras querían una nueva evaluación de dominio de la lengua originaria quechua, pero la UGEL ni la DRE en realidad tienen competencia para corresponder a dicha solicitud. Recuerdo que sólo se sacó un oficio de petición al Ministerio de Educación para que les permitiese reevaluar en dominio de la lengua originaria a todos los que habían aprobado la evaluación de nombramiento. Con el oficio en mano, las docentes se embarcaron a Lima buscando entrevistarse con alguien allí, se sabe que se reunieron con funcionarios de la Dirección de Evaluación Docente y de la Digeibira, quienes se comprometieron analizar el caso; pero parece que no hay visos de solución porque los tiempos para la elección de la plaza culmina este 28 de agosto.
Similar caso es de los docentes de la especialidad de matemática y educación física, que igualmente aprobaron la prueba nacional de nombramiento y cuando quisieron elegir la institución educativa el sistema no les acepta, por no tener certificación en quechua. El profesor Carlos Huanca Marcatoma es uno de ellos. Él indica: "la verdad, nunca supe de este requisito porque los otros años no pedían, por eso no me preocupé, espero que me den otra oportunidad".
La situación que se describe son casos de cientos de docentes que estudiaron su primaria, secundaria, instituto o universidad en la misma región; que después de mucho esfuerzo aprobaron la evaluación nacional de nombramiento, pero que no lograrán nombrarse ni contratarse en los siguientes años, porque no cuentan con la constancia de la lengua originaria, o su dominio es básico.
Por tanto, se requiere una nueva evaluación y caracterización de las instituciones educativas con instancias y profesionales acreditados, porque a la luz de los hechos, en gran parte de regiones como Apurímac, por las migraciones, cambio de modos de producción, la entrada de la televisión, el celular, internet y las películas en DVD, que por cierto hay casi en todos los domicilios, los niños son bilingües o tan solo ya castellano hablantes. Este nuevo escenario requiere incluir a todos nuestros docentes sin exclusiones.
Desde el Ministerio de Educación, los decisores de políticas educativas, los que diseñan las intervenciones requieren repensar, rediseñar los procesos de desarrollo docente que aliente, que incluya, que motive apasionarse por esta carrera, y no lo contrario.
Richard Hurtado
Exdirector DRE Apurímac
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