Beca 18 brinda acceso a la educación superior a jóvenes de escasos recursos, pero la meta no es ingresar sino egresar: BECA 18. Desde su primera convocatoria, en el 2012, hasta el año pasado, el programa Beca 18 destinó un total de S/ 3,230 millones (según el MEF) para cubrir los gastos de educación superior -en universidades e institutos tecnológicos- de jóvenes de escasos recursos. Su alcance fue ampliándose, de los 5,161 beneficiarios iniciales se pasó a otorgar becas a 25,548 en el 2015. Los montos fueron en aumento, pero esa tendencia se cortó en los últimos dos años.
El Ministerio de Educación (Minedu), que tiene a su cargo Beca 18, tendría que explicar por qué se redujo el presupuesto de un programa esencial de la reforma educativa. Pero ese no es el único cuestionamiento, pues hay otros de carácter cualitativo. Así se desprende de dos informes de evaluación realizados por el MEF, uno con datos de la cohorte 2013 (los becarios de ese año) y otro con la cohorte del 2015.
Ambos destacan que el programa cumple con uno de sus objetivos prioritarios: brindar acceso a la educación superior a peruanos que, de otra forma, tendrían muy pocas posibilidades de tenerla. Sin embargo, ingresar a la universidad o al instituto solo es el inicio del camino, puesto que la meta real es egresar y encontrar un empleo formal en una ocupación afín a lo que se estudió. Aquí hay espacio para aplicar mejoras, sobre todo en el caso de continuidad y deserción en las universidades -para los institutos sí se observaron avances-.
Al respecto, los informes indican que no se tiene "evidencia robusta" de que Beca 18 haya contribuido a que los becarios continúen sus estudios de manera ininterrumpida -para la cohorte 2013 hubo mayor discontinuidad que con los no becarios-, o que haya reducido la deserción. Eso significa que el incentivo económico no es suficiente para asegurar que los jóvenes permanezcan en la universidad.
Por ende, el otro factor que tiene que tomarse en cuenta es el académico: los jóvenes provienen de colegios estatales, donde la enseñanza no es óptima. Si bien el programa ofrece un ciclo de nivelación, además de tutoría, los informes advierten que no todas las instituciones brindan dichos servicios y que en los casos en que sí se proveen no existe un currículo estructurado homogéneo que sea supervisado por el programa. El Minedu necesita reforzar y estandarizar esta parte de Beca 18.
Con respecto a los egresados, se evaluó el impacto para la cohorte 2013 en institutos. No se encontró "evidencia robusta" de mayor inserción laboral, mejoras en las condiciones laborales ni de aumento de ingresos. Sí se encontraron efectos en la afinidad laboral, pero también en el subempleo. O sea que el programa no cumple con todos los objetivos para los que fue creado.
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