Ministro de Educación rompe fuego con nuevo currículo nacional y cambios a la vena pedagógica en secundaria: El 26 de enero, el Gobierno Nacional y los gobiernos regionales suscribieron el Pacto Nacional Bicentenario por la Educación, donde se comprometen a formar ciudadanos con conciencia crítica de su realidad, respetuosos de las diferencias culturales y sociales, así como de los recursos naturales y de su ambiente y comprometidos con los valores éticos, la justicia y la lucha contra la corrupción.
Ahí estaba Vladimir Cerrón, gobernador regional de Junín, que, además de apoyar la dictadura de Nicolás Maduro, anuncia su propuesta de currículo escolar propio para julio. Y precisamente es el nuevo currículo que arranca este año lo que el ministro Daniel Alfaro considera "la propuesta para un gran cambio". El proceso, explica, se remonta al 2007 con el Proyecto Educativo Nacional, donde se propuso virar el modelo de conocimientos a competencias. Son 11 perfiles o rasgos del peruano, desarrollados en siete enfoques transversales -que incluyen género, que aguarda una sentencia de la Corte Suprema por la demanda de los grupos conservadores- a través de 31 competencias.
Para Alfaro, cinco son las centrales: comunicación, resolución de problemas, vida saludable -con una educación sexual integral que reduzca el crítico 13% de embarazo adolescente-, ciudadanía y competencias digitales. "La forma de aplicación del currículo cambia drásticamente la pedagogía", anuncia el ministro. Y este año comienza con la forma de evaluación bimestral en secundaria. La nota del 0 al 20 queda en el archivo y pasa a cuatro escalas de "logros": en inicio, básico, satisfactorio y muy satisfactorio. Para perder el año, el alumno deberá tener "inicio" en 3 de 12 áreas. Alfaro hará una ronda nacional este febrero para explicar lo que denomina como un "cambio cultural". Con la transformación del cuerpo magisterial en marcha, los potenciales huelguistas son los que parecen, por el momento, jalados. Tras la huelga del 2017 que terminó con la salida de Marilú Martens, el intento del año pasado de Ernesto Meza Tica -Suter-Cusco- pasó con más pena que gloria.
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