"La población debe conocer las señales de la naturaleza", sostiene Julio Kuroiwa: La capacitación de las comunidades en la prevención de riesgos y el manejo de desastres debería recaer en los docentes y policías del país para ganar velocidad, llegar a más personas y lograr la cercanía necesaria para que esos conocimientos se pongan en práctica siempre.
Así lo sugirió el ingeniero Julio Kuroiwa, destacado experto en sismología y profesor emérito de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), quien prepara el libro Gestión del Riesgo de Desastres en el Siglo XXI, a publicarse a inicios del próximo año, que serviría como guía para dicha propuesta.
"Así ocurre en Japón. A través de la escuela se enseñan conocimientos sobre la prevención de desastres por sismos. Eso a propósito del denominado Milagro de Kamishi".
El investigador hacía alusión a la historia de Kamishi, ciudad costera que padeció un gran terremoto en marzo de 2011, que cobró la vida de más de 15, 800 personas y dejó más de 2, 660 desaparecidos. Sin embargo, los 3, 000 alumnos de la escuela local sobrevivieron milagrosamente.
Los niños estaban a punto de regresar a sus casas y escucharon la alarma. Corrieron a los lugares de evacuación, a 10 minutos del lugar. Desde allí vieron como el agua entraba a la ciudad y decidieron ir a lugares más elevados. Su respuesta fue resultado de un programa de prevención de desastres por tsunami, desarrollado en la escuela por el profesor de ingeniería civil Toshitaka Katada. Eso hizo la diferencia.
Señales de la naturaleza
"Japón se dio cuenta que los profesores no eran nativos de puerto y había necesidad de capacitar a los docentes. Ante eso las autoridades introdujeron programas especiales para saber qué hacer ante terremotos o tsunamis", señaló Kuroiwa.
Indicó que lo mismo se debe realizar en el país, debido a que vivimos un silencio sísmico peligroso "frente a Lima, Arequipa y Moquegua" y que de ocurrir un gran terremoto solo la educación evitaría la muerte de muchas personas.
"Chile tuvo un terremoto en el año 1939, durante el cual murieron 30, 000 personas. Ellos han logrado varios cambios importantes en este campo a través del fortalecimiento de la educación en escuelas", agregó.
Para Kuroiwa es fundamental que todos los peruanos sepan interpretar "las señales de la naturaleza".
Explicó que un terremoto registra dos aspectos que pueden ayudarnos a conocer su magnitud y cercanía: La onda P y la onda S.
"El ruido es lo primero que se siente y es porque está llegando la onda P. Después llega el sacudón, que es la onda S. La gente tiene que saber que si el tiempo entre la una y la otra es menor de 10 segundos el epicentro es cercano. Ambas salen del mismo foco, pero a medida que se aleja del epicentro (donde se originó el sismo) la onda P le saca más ventaja a la S".
Comentó que en el terremoto del 2007 estuvo en el Cusco y que no salió corriendo porque la diferencia entre la onda P y S fue de 30 segundos. El epicentro era lejos y el edificio donde estaba era seguro.
"La otra cosa que debe aprender la población (de costa) es que la posibilidad de un tsunami depende de la magnitud del terremoto, el cual está vinculada directamente con su duración. Si el terremoto dura más de dos o tres minutos significa que es de gran magnitud y, por lo tanto, es probable un tsunami".
Evaluar los simulacros
Para el autor de la Gestión del Riesgo de Desastres en el Perú, la cual se convirtió en Política Pública en 2010, solo el conocimiento y la práctica pueden proteger a la población.
"Ya no se necesitarán alarmas, ni pitos. Las personas evacuarán porque tienen conocimiento. Esa es nuestra meta para el 2021. Estoy actualizando un libro que salió en el año 2005 (inglés) y luego se editó en 2012 (español) y que incluso se emplea para capacitar a los funcionarios de la India en temas ambientales y reducción de riesgo de desastres".
Dicho documento, cuyo adelanto será presentado en el 12 Simposio Internacional en gestión del Riesgo de Desastres a realizarse en Lima del 5 al 8 de setiembre, sería la base para elaborar la guía con la que trabajen maestros y policías.
Al menos, esa es la propuesta del doctor Kuroiwa, quien pone sus casi 60 años de experiencia una vez más al servicio del país.
Dijo que, si bien se ha mejorado en el tema de prevención y simulacros, la población aún toma todo a la broma.
"El 3 de noviembre del año 2017 el gobierno del Japón me invitó a la evaluación de un ensayo de evacuación en Miyasaki, donde participaron todas las fuerzas armadas. Había un grupo de 400 personas que no estaban observando, estaban evaluando el proceso. Yo me pregunto ¿quién evalúa los ensayos de evacuación en el país? ¿Quién los califica?".
Comentó que está trabajando de manera cercana con el jefe del Indeci y que el 31 de mayo de este año, el ensayo de evacuación desarrollado en el Callao fue liderado por el presidente Vizcarra, lo que evidencia que vamos por un mejor camino, pero todavía falta mucho.
Reiteró que la seriedad con la que se toma el tema de prevención puede hacer la diferencia en un país de riesgo sísmico tan alto.
"Por ejemplo, ningún colegio diseñado con las normas de prevención (ante desastres) del año 1997 se cayó con el terremoto de Arequipa (2001) ni con el de Ica (2007). Quiero reunirme con el ministro de Educación para hablar sobre los simulacros y el material sobre el tema (desastres) en las publicaciones de su sector. Las evaluaciones indican que no es el más adecuado", refirió.
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