La realidad que viven los estudiantes de Lima, es muy diferente a la de niños y niñas que residen en otras partes de nuestro país. Un claro ejemplo de esas diferencias es lo que ocurre en la localidad de Ocapata, donde los menores estudian con lo poco o nada que ganan sus padres que trabajan en el campo.
Asimismo, un equipo de "La ley de la calle' pudo verificar carencias tan básicas como el servicio de agua potable o acceso a internet. De igual manera se pudo observar la casi nula presencia del Ministerio de Educación en una escuela de la zona, donde la falta de libros para el aprendizaje y otros materiales frustran la labor educadora de las docentes.
Sin embargo, eso no es todo, el intenso frío que se percibe es notorio en los niños de esta parte del país, quienes sobreviven con la poca ropa que tienen. Pero a pesar de ello, los sueños que tienen sus padres de tener hijos bien evita que esos anhelos de superación se esfumen.
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