Después de dos años, este cuerpo normativo por fin verá la luz: En 15 días saldrá el reglamento de la ley que prohíbe el castigo físico y humillante a los niños, niñas y adolescentes, anunció la titular del Ministerio de la Mujer (MIMP), Ana María Choquehuanca.
En diciembre del 2015, el Perú se convirtió en el noveno país de América Latina en contar con una norma que proteja a la niñez y adolescencia de los golpes o maltratos psicológicos de sus progenitores u otros adultos y tutores que están a cargo de ellos.
Lamentablemente, no se aprobó su reglamento de inmediato. Después de dos años, este cuerpo normativo verá la luz. La propuesta elaborada por el Mimp se encuentra en proceso de consulta al interior de la propia institución.
"Contiene acciones que deben realizarse desde la comunidad, la escuela y la familia para prevenir el castigo físico y humillante. No busca que las víctimas vayan a un albergue, sino que las familias promuevan el derecho al buen trato y tengan pautas de crianzas positivas hacia los menores", comentó la funcionaria a la Agencia Andina.
Luego de aprobarse el documento en diferentes instancias, como la oficina de asesoría jurídica y la Dirección de Niños, Niñas y Adolescentes, la ministra confirmó que personalmente se entrevistará con los viceministros comprometidos para que opinen.
Si lo aprueban, agregó, estará listo para su promulgación vía un decreto supremo.
Expertos en salud mental afirman que por lo menos el 30% de los menores que sufrió castigo físico o psicológico se inclina en el futuro por vivir al margen de la ley, se involucra en actos delictivos, exhibe conducta antisocial y abusiva, y trata de devolver lo que recibió en su niñez.
La adjunta para la niñez y la adolescencia de la Defensoría del Pueblo, Matilde Cobeña Vásquez, señaló semanas atrás que los menores víctimas de maltrato o han sufrido una violación deberían poder hacer una denuncia ellos mismos, sin contar con la presencia de un adulto, porque todas las instancias del Estado están obligadas a darles asistencia inmediata.
Sostuvo que, en este momento, no existen las condiciones necesarias para que los menores puedan denunciar actos que los dañan física o emocionalmente. "No se les cree o hay una demora enorme en atender sus casos", advirtió.
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