Nadie duda que asumir a cartera de educación hace pocas semanas conllevaba para cualquier profesional un riesgo considerable. El Congreso de la República había inducido la renuncia de los dos ministros anteriores; se había perdido parte del año escolar; los conflictos continuaban latentes con un sector del gremio magisterial envalentonado con el éxito de una huelga que paralizó a casi las dos terceras partes del sistema educativo estatal; y la perspectiva presupuestal es poco alentadora para el 2018 al tener que destinarse la mayor parte del incremento a financiar las mejoras salariales.
La experiencia de Idel Vexler, en sus años como Viceministro de Gestión Pedagógica, le están sirviendo para lidiar, hasta el momento, con éxito la situación. Hay una relación más fluida con la Comisión de Educación del Congreso de la República y en los Gobiernos Regionales se mantiene el diálogo con las dirigencias sindicales regionales. Además, las recientes amenazas de algunos líderes sindicales de nuevas paralizaciones quedaron en el camino y los profesores huelguistas se esfuerzan por recuperar clases para que les restituyan los descuentos por los días no trabajados. No es equivocado decir que el año escolar no culminará como todos hubiéramos querido, no obstante, se espera que no se produzcan nuevas intimidaciones y más bien prime la calma.
En tanto se mantenga el clima favorable, será importante que el Ministro Vexler vaya definiendo con anticipación lo que será la continuidad de las políticas durante el año 2018. Ojalá las orientaciones para el desarrollo del año escolar se difundan durante el mes de noviembre. Las correspondientes al 2016 y 2017 se aprobaron el 14 y 18 de diciembre del año previo, no dando lugar a que los centros educativos puedan tomar decisiones oportunas respecto a las mejoras que podrían realizar. La misma preocupación puede expresarse respecto de los procesos de reasignación, contratos y nombramiento de docentes, donde la falta de sintonía en las normas y cronogramas de implementación de estos procesos contribuye a irregularidades como el asignar plazas en cargos que están ocupados o que pronto lo estarán, o acortar intempestivamente los plazos de contrato a los docentes.
Siendo años en los que se extrañará el crecimiento del presupuesto público de los años recientes, uno de los desafíos del Ministro Vexler será no solo continuar las políticas en marcha sino dar a su gestión un sello personal. Una posibilidad es hacer pocos, pero cambios que puedan ser significativos para la vida de las escuelas, muy presionadas con excesivas demandas de información, obligadas generalmente a poner en marcha medidas que no han sido preparadas suficientemente en su implementación o tener que gastar fondos del mantenimiento preventivo entregados tardíamente. Identificar los procedimientos más empleados en las escuelas y proceder a su simplificación sería un paso apreciado por las escuelas; de igual manera, poner mayores esfuerzos en el propósito de contar con directores probos y bien calificados, lo que implica no solo capacitarlos luego de una selección rigurosa, sino también generarles las condiciones para su desarrollo integral y con mayor autonomía.
Dentro de la perspectiva financiera proyectada hasta el fin de gobierno, sería recomendable que el Ministro Vexler solicite a sus técnicos una estimación del costo de las reformas en marcha y definir el futuro de ella. Hay algunas que por su demanda financiera y por las capacidades de la gestión convendría que vayan más pausadamente o que el modelo surja un replanteamiento.
Aumento salarial y acuerdos con el SUTEP
A fin de cumplir con los acuerdos firmados con el SUTEP durante el desarrollo de la huelga magisterial, el gobierno ha expedido el Decreto Supremo Nº 305-2017-EF, el cual establece el procedimiento de elevación de la Remuneración Íntegra Mensual (RIM), a partir de noviembre, a 2,000.10 soles para los docentes que pertenecen a la I escala magisterial y los docentes contratados cuya jornada laboral sea de 30 horas semanales. Para los docentes con una menor jornada laboral la RIM se calcula en forma proporcional, teniendo en cuenta que la hora dictada de clases semanal-mensual equivale a 66.67 soles. El valor de la hora semanal mensual también es referente para calcular los incrementos en las demás escalas magisteriales.
En todas las modalidades de la educación básica y en la educación técnico productiva los docentes tendrán una jornada laboral de 30 horas; por lo tanto, percibirán una RIM de 2,000.10 soles. La excepción son los docentes del ciclo avanzado de la educación básica alternativa, que con una jornada laboral de 27 horas semanal-mensual, percibirán una RIM de 1,733.42 soles.
El Decreto Supremo también fija una RIM de 2,666.80 soles para los docentes Coordinadores en los PRONOEI, en la Oficina Nacional Diocesana de Educación Católica (ONDEC) y en la Oficina Diocesana de Educación Católica (ODEC).
En el objetivo de cumplir con los compromisos asumidos con el SUTEP, el cumplimiento de los acuerdos avanza en de forma aceptable. Quedan pendientes: el estudio que permita determinar la factibilidad, al año 2021, de aumentar las remuneraciones de los docentes al nivel de una UIT; atender el pago de la deuda social en el año 2018; y continuar el diálogo ya iniciado para ir atendiendo otros reclamos del magisterio. Respecto a la factibilidad de duplicar las remuneraciones en el año 2021, varios especialistas han manifestado sus reservas a la posibilidad de alcanzar ese objetivo, salvo que se dicten medidas extraordinarias que aseguren un mayor financiamiento sectorial y que en el sector opere un exitoso proceso de mejor utilización del recurso docente, lo que pasa, entre otras exigencias, por aumentar la relación estudiantes por profesor, allí donde sea posible; asimismo, y para facilitar la elevación de la carga docente, por racionalizar el número de centros educativos; sobre todo, integrar escuelas muy pequeñas y cercanas en el medio urbano, y reducir el número de escuelas de maestros incompletos. Hay experiencias de ordenamiento de la infraestructura escolar en áreas rurales cercanas a centros poblados urbanos que han tenido éxito en otros países latinoamericanos y que valdría la pena tener en cuenta.
Para un amplio sector de la educación privada hacer frente al aumento de las remuneraciones que se ofrece la escuela pública será un enorme desafío. La Encuesta Nacional Docente, aplicada a fines del 2014 por el Consejo Nacional de Educación, alertaba respecto de promedios remunerativos menores en las escuelas privadas. En una muestra de 2,172 de sus centros educativos, se encontró que el 88% de los docentes percibía un sueldo menor a 1,500 soles; 9.7% tenía un ingreso entre 1,500 y 3,000 soles y solo 2.3% ganaba más de 3,000 soles mensuales. La brecha seguramente ha aumentado con los incrementos salariales a docentes del sector público durante el presente año. Si bien es un tema que deben resolver los promotores de ese sector de enseñanza, no debe dejar de tenerse en cuenta en ciudades como Lima, Arequipa y Trujillo la educación privada ha tenido un crecimiento espectacular en las últimas dos décadas y que sus resultados impactan en un sector importante de la población escolar. De no mejorarse los sueldos en la escuela privada, la competitividad de los que tiene la escuela pública puede ocasionar que la calidad del docente disminuya y consecuentemente, la calidad del servicio educativo.
Otro tema a resolver será la situación de los profesores que trabajan en los institutos y escuelas superiores de educación cuyas remuneraciones, no obstante, haber tenido alguna mejora, es todavía insuficiente para el perfil de docentes que necesitan estos centros de formación.
En ambos casos, tratándose de profesores de educación básica o de educación superior, lo importante para el futuro será ir dejando de lado los aumentos generales y más bien, como lo establece la Ley de Reforma Magisterial, que las mejoras salariales que logre cada docente se produzcan tomando como criterio el principio del mérito; es decir, el compromiso y desempeño del docente con sus estudiantes y con su institución, lo cual debe traducirse en mejoras de los resultados de aprendizaje. La opinión pública en general lo quiere así; lo importante será que el gobierno mantenga el liderazgo y determinación suficientes para imponer el mérito como factor progreso en la carrera.
Finalización del año escolar 2017
En años anteriores el Ministerio de Educación había dejado de emitir normas relativas a la culminación del año escolar ya que eran incorporadas en directivas que cubrían íntegramente el desarrollo de dicho año. Esta vez, el Niño Costero y la prolongada huelga magisterial han obligado a hacerlo.
Las orientaciones de finalización del año escolar buscan ser flexibles al tomar en cuenta la diversidad de situaciones presentadas en el desarrollo del año escolar en el presente año, así como los planes de recuperación de horas de clase de cada región. Así, por ejemplo, las clausuras en los centros educativos que no perdieron clases o que pudieron recuperarlas sin mayor dificultad podrán realizarse la última semana de diciembre. En el caso de centros educativos que perdieron el mayor número de horas de clase, las clausuras se realizarán a partir del 15 de enero del 2018. En razón a que el desarrollo del año escolar no ha sido homogéneo al interior de cada departamento, se espera que las Direcciones Regionales de Educación sean suficientemente flexibles en la aplicación de la norma no prolongando o acortando indebidamente el desarrollo del año escolar. Será importante asegurar que las clases no se prolonguen más allá del vienes 12 de enero pues los estudiantes tienen el derecho a disfrutar de sus vacaciones previas al inicio del nuevo año escolar.
Las orientaciones hacen referencia a que durante la clausura del año escolar los padres de familia o los estudiantes de la educación básica alternativa, deben recibir los informes de logros de aprendizaje generados por el SIAGIE. La prioridad de acceso de información a ese sistema deberá ser quienes concluyan la secundaria a fin de que puedan postular sin dificultades a una institución de educación superior. Será deseable que institutos y universidades programen sus procesos de admisión teniendo en cuenta el cronograma que establece la norma.
Una característica de la actual política que trata de poner en práctica el Ministro Vexler es invertir su énfasis; es decir, en vez de prestar más atención a las políticas macro, preocuparse por el funcionamiento y los cambios que deben suceder en el terreno donde se producen los procesos de aprendizaje. Está en lo correcto. Que los informes de gestión del desarrollo del año escolar presentados por los centros educativos a las UGEL no excedan de cinco páginas es un ejemplo de la voluntad de racionalizar las demandas de información que ya habían convertido a directores y docentes principalmente en proveedores de información, quitando tiempo a la necesaria reflexión que debían realizar para mejorar los procesos de aprendizaje. Otra muestra es no extender innecesariamente la duración de las tareas escolares y que sean útiles y significativas para los aprendizajes, evitando el abuso que en ocasiones hacen algunos profesores, los cuales muchas veces ni siquiera revisan las tareas que encargan.
Quedan todavía varios campos en que la simplificación de los procedimientos podría hacerse realidad; entre ellos, en la formulación de los proyectos educativos institucionales y el reglamento interno. Respecto de los primeros, una pregunta a plantearse es si tiene sentido demandar que cada centro formule su propia visión y misión y si los proyectos no deberían convertirse en planes de mejoramiento de los resultados de aprendizaje en vez de demandar contenidos declarativos o poco útiles en términos de equidad, eficacia y eficiencia. Lo mismo puede decirse respecto de los reglamentos internos. ¿Por qué obligar a que cada centro formule el suyo cuando terminan siendo muy parecidos o una copia de otro? Lo que debe existir es la posibilidad que el centro que lo desee añada las normas específicas que considere necesario.
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