Entre los aportes más significativos que ha realizado la Fundación Telefónica en los años que viene operando en el país está promover el uso de las nuevas tecnologías en las escuelas públicas que atienden población con alto grado de vulnerabilidad.
Una de las innovaciones mayores es haber introducido el concepto y uso de las Aulas Móviles. Inicialmente se trataba de unos carritos que tienen todo lo que un docente necesita para aprovechar las TIC, con el añadido que todos los estudiantes pueden trabajar con una laptop o una Tablet, inclusive, sin necesidad de contar con Internet. En los salones de clase no se necesitan instalaciones sofisticadas. En la escuela solo se requiere de un enchufe para cargar simultáneamente las Tablet o Laptop durante la noche, de manera que al día siguiente estén disponibles para ser aprovechadas.
Los carritos tienen como característica su movilidad de un aula a otra; es decir, este equipamiento no está fijo en una sola aula; por lo tanto, no hay necesidad que exista un denominado Laboratorio de Cómputo. El traslado de un aula de clases a otra, se hace en función de las necesidades incluidas en la programación curricular. Esta última tiene en cuenta que la competencia sobre el uso de las nuevas tecnologías es transversal; es decir, se aplica en todas las áreas de formación.
Pero el principal aporte de las Aulas Móviles está en lo pedagógico. Tal como ha sido definida por la Fundación Telefónica, el Aula Móvil compromete una propuesta integral de aprendizaje con Tecnologías de Información y Comunicación que busca reducir la brecha digital en escuelas público rurales y urbano - marginales, proponiendo soluciones al problema de acceso a recursos educativos mediante una intranet y desarrollando capacidades y competencias TIC en docentes y estudiantes.
De otro lado, la dotación de las Aulas Móviles va acompañada de capacitación y acompañamiento docente para su buen empleo. En las aulas, el ambiente de aprendizaje cambia totalmente al encontrar los estudiantes un equipamiento altamente motivador y atractivo, que despierta su curiosidad, creatividad y deseo de explorar, compartir y aportar conocimientos y experiencias. Las metodologías de aprendizaje se vuelven más activas y se convierte a los estudiantes en los principales aportadores de sus propios aprendizajes.
La población objetivo son principalmente estudiantes de escuelas rurales que atienden población vulnerable. Se promueve que ellos desarrollen e incrementen sus habilidades para interactuar y hacer un uso provechoso de la tecnología, reduciendo así la brecha digital existente con relación a los que viven en las zonas urbanas.
A fin de mejorar la funcionalidad y operacionalidad del equipamiento, el Aula Móvil se está transformando en una maleta. Serán miles los estudiantes que se beneficien con este proyecto en los siguientes dos años.
La iniciativa de la Fundación Telefónica está siendo objeto de atención de las autoridades del Ministerio de Educación que ven en este modelo una forma técnica, pedagógica y financieramente viable de llegar a un mayor número de estudiantes y docentes de las zonas alejadas y a un menor costo. Pero es igualmente interesante observar que este equipamiento comienza a ser objeto de atención de las escuelas privadas. Ya existen algunas que empiezan a adoptar el modelo de Aula Móvil. En esos casos, no tienen necesidad de contar con un laboratorio fijo de cómputo pues, como se ha expresado, ese se mueve de aula en aula. Entonces, no solo disminuyen los costos disminuyen, sino que el uso del equipamiento alcanza su mayor capacidad.
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