Este 7 de junio no es precisamente el Día de la Bandera, como muchos creen, sino el de la «Jura de la Bandera»; un acto que por largos años fue reservado solo a las Fuerzas Armadas y Policía Nacional del Perú (PNP) y que, desde hace 28 años, con la inauguración de la Plaza a la Bandera, se realiza conjuntamente con la población civil.
De acuerdo con el coronel Néstor Manuel Navarro Zamora, jefe de la Oficina de Protocolo y Relaciones Públicas del Ministerio de Defensa, no hay norma que prohíba a la civilidad renovar la promesa de fidelidad y reconocimiento a nuestros símbolos patrios.
"Es más, los padres de familia deben hacerlo con sus hijos desde que estos están pequeños para fortalecer su espíritu patriótico", refiere. Explica que tal vez con el tiempo la civilidad hizo de esa promesa una práctica exclusivamente de los militares y de las fuerzas del orden, pero que en todo caso nunca fue vetada a los civiles.
Que no nos extrañe entonces que hoy no solo quienes visten uniforme oficial, sino el público en general renueve la promesa de fidelidad frente al monumento erigido en memoria al coronel Francisco Bolognesi, en recuerdo a su épico sacrificio.
Tampoco debe sorprendernos que muy cerca, en la Plaza a la Bandera ubicada en el límite de los distritos de Breña, Cercado de Lima y Pueblo Libre -en una proporción de 17%, 33% y 50%, respectivamente-, vecinos y escolares de nueve distritos, conjuntamente con representantes castrenses, renueven ese juramento ante la inmensa bicolor de 13 metros y medio de largo por nueve de ancho (40 metros de asta), y que pesa 60 kilogramos.
"Nosotros renovamos el juramento todos los años, desde 1981; lamentablemente, el Día de la Bandera, cuya fecha es el 21 de octubre, fue olvidada 160 años y se le volvió a recordar con la inauguración de esta plaza", recuerda doña Catalina Ciccia de Chávez, presidenta de la Asociación Cívica Peruana de la Plaza a la Bandera, a quien rescatamos especialmente en fechas patrióticas por su especial preocupación para que nuestros símbolos patrios sean empleados correctamente. Ella también es parte del equipo que ha formado el Ministerio de Defensa con ese fin.
Precisiones
A propósito del Día de la Jura de la Bandera -recalcamos, no del Día de la Bandera-, explicamos la diferencia para evitar confusiones. La celebración del 7 de junio se remonta a 1880, fecha en que se gestó en Arica una de las páginas más dignas de la historia del Perú.
Recordemos que después de conocida la derrota en el Alto de la Alianza y de la captura de Tacna (26 de mayo de 1880), los soldados peruanos solo tenían dos posibilidades: retirarse hacia el este (abandonar el puerto más estratégico del sur y dejar definitivamente el sur a Chile) o quedarse a pelear hasta el final.
No olvidemos que nuestros soldados, con el coronel Francisco Bolognesi a la cabeza, optaron por quedarse y ante el pedido de rendición del enemigo decidieron luchar "hasta quemar el último cartucho". Digno ejemplo de defensa del honor y la integridad del país para las futuras generaciones.
El 21 de octubre, en cambio, se recuerda la institucionalización de nuestra Bandera, luego del hermoso sueño del generalísimo don José de Martín. Un decreto de creación de la Bandera Nacional argumenta su existencia: "Es incompatible con la independencia del Perú la conservación de los símbolos que recuerdan el dilatado tiempo de su opresión".
La norma decreta que se adopte por bandera nacional del país una bicolor con un Sol saliendo por detrás de sierras escarpadas que se elevan sobre un mar tranquilo.
Renovación de promesa
-¿Juráis a Dios
y prometéis a la Patria seguir constantemente a vuestra Bandera
y defenderla hasta perder la vida y no abandonar a vuestros superiores?
-¡Sí, juro!
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