Es realmente insólito que un maestro, Idel Vexler (61), haya realizado tanto trabajo en la educación pública y privada a lo largo del tiempo.
Repasando su hoja de vida se aprecian en ella múltiples distinciones como el haber sido condecorado por el Estado con las Palmas Magisteriales en el grado de Educador y Maestro, es Doctor Honoris Causa por las universidades Inca Garcilaso de la Vega y la Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle, además de poseer la Medalla de Honor Gran Cruz de la de San Marcos y ha sido condecorado por el Presidente de la República como Gran Oficial de la Orden al Mérito por servicios distinguidos entre otros galardones o laureles. Qué duda cabe que es un hombre de chamba a tiempo completo.
Me llama la atención su lenguaje mesurado, lleno de tintes académicos, y exento de esos adjetivos coloquiales, a veces incandescentes que ilustran toda suerte de diatribas y que son extensivos al acervo común. Un hombre morigerado, temperado, muy inclinado a no herir ni enfadarse ni dejarse llevar por los nervios. Ahora, en el Restaurante Costa Verde, yo me esfuerzo por, de alguna manera, desajustarlo para ponerle más pasión a esta entrevista, pero él siempre acaba refugiándose en ese academicismo nato que es incapaz de abandonar. Empecemos.
- Su nombre completo es Idel Vexler Talledo. Su primer apellido es incuestionablemente extranjero. ¿De dónde proviene?
- Mi padre era judío y vino de lo que hoy es Rumania, entre la Primera y Segunda Guerra Mundial. Se instaló en Piura y se casó con una piurana con la cual tuvo 7 hijos, hermanos míos. Yo soy hijo de un amor de mi padre, de una piurana joven y bonita. De esa unión nacimos mi hermana Paquita y yo que soy el menor. Al morir la primera esposa de mi padre él se casó con una limeña judía. También mi madre se casó y tuvo 7 hijos más. Al final he acabado teniendo una hermana de padre y madre y 17 hermanos. He estado siempre muy unido a mi hermana Paquita y hoy estoy desolado porque falleció recientemente. A ella le dediqué la Medalla de Honor de la Universidad de San Marcos y le estoy dedicando mi último libro "Reflexiones comprometidas" que presentaré el 14 de junio.
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