"Queridos compatriotas, debo decirles que yo no gobernaré desde la Casa de Pizarro, porque creo que tenemos que romper con los símbolos coloniales para acabar con las ataduras de dominación que se han mantenido vigentes por tantos años. Cederemos este palacio al nuevo Ministerio de las Culturas para que sea usado como un museo que muestre nuestra historia, desde sus orígenes hasta la actualidad", señaló en la parte final de su discurso inaugural en el Congreso de la República, donde hoy juró como Presidente de la República y recibió la banda presidencial de la titular del Legislativo, María del Carmen Alva.
Vale indicar que ese anuncio del mandatario tuvo como preludio una referencia que hizo al inicio de su discurso, con una reivindicación a los pueblos originarios, a la comunidad afroperuana, a la inmigración china, a la explotación por parte de los caucheros en el siglo pasado, que fueron explotados desde la colonia por una casta dominando, primero española y después local.
"En este sentido, se requiere una reestructuración del Ministerio de Cultura, empezando por el nombre, que atendiendo a la realidad deberá ser renombrado como Ministerio de las Culturas. En un país diverso como el nuestro se necesita un ministerio que reconozca las diversas culturas vigentes y ejecute políticas donde los propios pueblos originarios participen en su elaboración y ejecución", señaló.
Justamente, señaló que a pesar de los 200 años de independencia que celebramos este 28 de julio, el poder no ha podido resolver las brechas con las poblaciones y las minorías.
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