La Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) otorgó el grado honorífico de profesor emérito al maestro sanmarquino Waldemar Espinoza Soriano, etnohistoriador y especialista en el estudio de la historia andina prehispánica y colonial.
"Poner el pasado al servicio del presente es una de las virtudes de Espinoza Soriano, quien tiene una vasta obra que implica una renovación de comprender el pasado, sustentada con documentación inédita y de primer orden", destacó la casa superior de estudios.
El rector de la Decana de América, Orestes Cachay Boza, entregó al homenajeado la medalla y diploma que acreditan su condición honorífica en una ceremonia realizada en el Centro Cultural de San Marcos. El acto contó con la presencia de la vicerrectora académica de Pregrado, doctora Elizabeth Canales Aybar, y el vicerrector de Investigación y Posgrado, Felipe San Martín Howard, así como decanos, docentes y estudiantes.
Visiblemente emocionado, el doctor Waldemar Espinoza consideró que la distinción constituye un galardón invalorable y enaltecedor a la labor desarrollada en San Marcos. Si bien no pudo leer su discurso de agradecimiento, los asistentes a la ceremonia recibieron el documento impreso de su clase magistral sobre la etnohistoria, corriente y disciplina de las ciencias sociales.
"La etnohistoria ha logrado que todos admitamos, poco a poco, el encomiable rol que han jugado y siguen desempeñando los indígenas en el acontecer de nuestros países", destacó el doctor Espinoza, a modo de discurso de agradecimiento.
En el documento, se afirma que dicha disciplina se esmera por leer la autenticidad histórica con los ojos de sus protagonistas; por tanto, el etnohistoriador coteja y compulsa las fuentes de todo tipo: lo que ha sido y es descubierto y dado a conocer por los arqueólogos, lingüistas, antropólogos y folclorólogos.
Además, rememoró que, en el área andina, la etnohistoria se inició en el Perú en 1946 con la fundación del Instituto de Etnología y Arqueología en la Facultad de Humanidades de la UNMSM. "Fue Luis E. Valcárcel quien tuvo el proyecto de estudiar científicamente la prehistoria, la protohistoria y la historia andina. Su pasión era conocer la realidad del pasado y del presente para caminar con paso seguro hacia la reconstrucción de los modernos Estados nacionales", señaló Espinoza.
Por su parte, el doctor Cristóbal Aljovín de Losada, director del Departamento Académico de Historia de la Facultad de Ciencias Sociales, reconoció la influencia que ejercieron en Espinoza Soriano maestros como Luis E. Valcárcel, Raúl Porras Barrenechea y Jorge Basadre.
El doctor Valcárcel revitalizó su cariño y admiración por las culturas andinas antiguas y modernas; Porras fortaleció su inclinación por la preferencia a la documentación manuscrita y a las fuentes impresas de primera mano o primarias; mientras que Basadre captó su espíritu analítico y crítico, dijo.
En muestra del cariño a su alma mater, el doctor Espinoza donará su biblioteca personal compuesta por 35 mil volúmenes a la Biblioteca Central de San Marcos.
Un poco de su historia
Waldemar Espinoza nació el 6 de julio de 1936, en Cajamarca, en donde cursó sus estudios de secundaria en el tradicional Colegio Nacional San Ramón. En esta temprana etapa de su vida, manifestó su interés por los estudios históricos al escribir su primer artículo sobre la historia de su colegio; además de redactar la historia de la mencionada ciudad, tomando como referencias los cuentos, mitos y leyendas que desde niño escuchaba.
En 1953, llegó a Lima e ingresó a la UNMSM, donde estudió en la Facultad de Letras, compartiendo carpetas con Mario Vargas Llosa, Luis Guillermo Lumbreras, Rosa Fung, José María Arguedas, entre otros. Obtuvo el grado de bachiller con la tesis "Rebeliones indígenas y mestizos en la sierra septentrional del Perú, 1756-1821", además del grado de Doctor en Humanidades, con especialidad en Historia.
Fue becado por el Instituto de Cultura Hispánica para realizar investigaciones históricas en el Archivo General de Indias en Sevilla, España; por la Fundación Guggenheim, de Nueva York, para investigaciones etnohistóricas en los archivos de Perú, Sucre (Bolivia) y Buenos Aíres (Argentina); por la Organización de los Estados Americanos (OEA) para investigar y escribir la historia de los Cayambes y Carangues; entre otros.
Ha ejercido la docencia por más de 45 años, impartiendo conocimientos e inculcando a sus alumnos la investigación de archivos, lo cual le ha permitido publicar 31 libros y 218 artículos en revistas especializadas, siendo su obra más conocida Los incas, economía, sociedad y Estado en la era del Tawantisuyo, publicada en 1987.
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