El poder transformador de la música y su impacto positivo en comunidades de escasos recursos en Brasil es el grato resultado que recogieron la actual docente de Centrum Valentina Schmitt y Paulo Motta de la Fundación Getulio Vargas.
A Valentina la encontramos en Lima dispuesta a continuar el estudio en nuestro país donde también se desarrollan importantes esfuerzos como el de Sinfonía por el Perú, por nombrar uno de ellos.
La catedrática recuerda que fue en el año 2015 que se inicia este estudio en las comunidades pobres en Brasil apuntando a la primera infancia, a los adolescentes y jóvenes hasta los 24 años.
"La primera etapa era comprender si los proyectos promovían algún tipo de cambio. Y arribamos a la conclusión de que sí cambia el comportamiento y perspectiva de vida de los estudiantes y cambia la imagen de las comunidades menos favorecidas, pues se generan otras oportunidades de vida", explica la investigadora.
Dentro de su trabajo tuvo que visitar las zonas consideradas de alto riesgo en Brasil popularmente conocidas como las favelas para el levantamiento de información y captación de experiencias.
"La comunidad respaldaba esta iniciativa musical y dentro de los cambios de comportamiento se registraba más cooperativismo, perspectiva de largo plazo entre los niños y jóvenes y sobre todo autoconfianza. Esto aunado a una imagen más positiva de la vida", sostiene.
Y es que la investigación tiene como objetivo identificar como factores de aprendizaje -sociales y educativos- que promuevan la transformación individual de los jóvenes originalmente excluidos de la sociedad.
La investigadora Valentina Schmitt explica que el estudio se da en base a "a la referencia de un proyecto venezolano, que hoy en día es un programa de Estado".
Este modelo llanero, denominado El Sistema, consiste en un plan de educación musical pública con acceso libre para los niños y jóvenes de todas las clases sociales.
El Sistema es administrado por un organismo estatal responsable del mantenimiento de 125 orquestas y coros y la educación de los más de 35 mil estudiantes con 180 centros en todo el país.
En Brasil, se identificaron al menos cien los proyectos o programas sociales bajo de estas características, explica la investigadora.
Para Schmitt, el Perú se erige como un terreno interesante para continuar con el estudio. "Para poder hacer un intercambio de información y establecer una comparación entre los resultados brasileños y peruanos para trabajar así con otros puntos de vista".
Cabe resaltar que el cambio a través de este proyecto se centra principalmente en el sistema de oportunidades a través de intervenciones planificadas alrededor de la enseñanza y la práctica musical colectiva.
De cómo la transformación individual es el producto de dos ambientes sociales interindependientes: la entidad educativa y la orquesta. La orquesta se inserta en un primer momento, pero el proceso en sí lleva a una forma particular de socialización. En ambos entornos se ve la transformación individual de forma incrementada por la continua incorporación de nuevos valores.
A futuro se espera que este estudio permita la integración de políticas públicas a nivel regional que coadyuve a promover la transformación individual de los jóvenes originalmente excluidos de la sociedad.
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