Los movimientos católicos y evangélicos se proyectan como una fuerza política, debido a su importante capacidad de movilización y al carácter conservador del peruano, afirmó el analista Luis Benavente.
Según dijo, es necesario entender que la gran mayoría de peruanos integran estas dos tendencias religiosas, por lo que, si en estos movimientos surgen algunos liderazgos, estos podrían aglutinar mucho respaldo.
"Puede ser una plataforma política para el futuro, mas aun en un país con una crisis de valores tan profunda, donde la corrupción está haciendo destrozos en la política peruana, desencadenado por el caso Odebrecht", manifestó a la Agencia Andina.
Benavente explicó que el resquebrajamiento de valores evidenciado por la corrupción, da argumentos para posturas antisistemas como las lideradas por Gregorio Santos o Antauro Humala, además de alternativas religiosas y conservadoras que podrían plantearse como una alternativa.
Añadió que estos grupos tienen como banderas estar en contra del matrimonio homosexual, del aborto y la legalización de las drogas, entre otros temas.
Indicó también que estos grupos "no son tontos" como para dejarse embaucar por algún grupo político, aunque no descartó que puedan ir en alianza con alguna agrupación que coincida con sus puntos básicos de defensa de ciertos valores.
"No se van a dejar a aprovechar gratuitamente, porque tienen una perspectiva con políticas claras, entonces creo que las circunstancias dirán si van solos o juntos. De esto están surgiendo liderazgos para presidenciales con estos temas de plataforma", añadió.
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