Del magistrado Aroldo Aguirre Núñez: El libro Código Penal interpretado al quechua "Llakiy Kurku Runasimipi", del magistrado cusqueño Aroldo Ramiro Aguirre Núñez, fue presentado en el auditorio de la Corte Superior de Justicia de Cusco, para ser aplicado en beneficio de personas que hacen uso de este idioma.
Aguirre Núñez declaró a la Agencia Andina que esta iniciativa es por respeto y necesidad de un justo proceso judicial para unos ocho millones de peruanos quechuahablantes y medio millón de ellos que están en la actualidad en Lima, la capital.
El jurista, que labora en la Corte Suprema de Lima Norte, explicó que un imputado en muchas ocasiones no sabía porque lo estaban sancionando y para facilitar los procedimientos se tuvo que contar con traductores.
"Estos pobladores no tienen idea, muchas veces, de las conductas en las que han incurrido y que esa sanción que se aplica puede ser incluso inocua, porque al no saber qué cosa han hecho corren el riesgo de volver a incurrir en inconducta", aseveró.
"Es una injusticia no leerle la sentencia en su propio idioma, porque la Constitución Política del Perú, se supone que dice que la Nación respeta la identidad cultural de los pobladores", consideraba. El libro ahora será herramienta básica para magistrados que se veían imposibilitados.
Respecto a los tecnicismos o palabras de uso jurídico, Aguirre Núñez, manifestó que cita en sus traducciones, de carácter académico, al padre Juan Antonio Manya, cusqueño que en 1993 presentó un diccionario "esos términos ya estaban adaptados, me acogí".
Asimismo, dijo que en algunos casos propone algunos términos. Afirmó también que usa unas cinco palabras del castellano relacionados con el idioma; apunta que es complicado darle una interpretación a vehículos como el auto, avión, objetos como el teléfono entre otros.
Finalmente consideró que el quechua mantiene un dialecto diverso en el Perú, que cualquier quechuahablante del sur centro o norte del país, puede entenderlo al compartir una conversación.
"Debemos interiorizar nuestra realidad cultural, hay quechuahablantes en todo el Perú, el Estado estuvo viviendo a espaldas (de esa población) y es necesario superarlo para ser un pueblo feliz, un pueblo que habla su propio idioma".
El Código Penal en Quechua cuenta con 600 ejemplares en su primera edición, la presentación fue ante fiscales y jueces del país que arribaron a Cusco, ciudad que escogió el autor para el acto.
La presidenta de la Corte Superior de Justicia de Cusco, Elizabeth Grossmann, destacó la importancia de contar con este libro, ya que permitirá que antes de llegar a un juicio, una persona sea explicada en su idioma del por qué se le va a juzgar, qué no debe hacer y que sanciones puede recibir.
Con respecto al uso del quechua en procesos judiciales, señaló que el Consejo Nacional de La Magistratura, analiza con seriedad que jueces en poblaciones quechuas deben saber el idioma. En la actualidad hay un plus para los que lo usan y debía ser un requisito, afirma.
En Cusco será indispensable este texto, principalmente para unos 286 jueces de paz no letrados que imparten justicia en comunidades.
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